Inauguraron los azudes construidos en el río Desaguadero

El Gobierno dejó oficialmente inaugurados los dos azudes que construyó sobre el río Desaguadero, que permitieron comenzar con la recuperación de su cauce luego de años de estar seco, lo que representa un primer paso en la lucha contra la desertificación en toda la frontera oeste de San Luis, que comparte con Mendoza y San Juan y se extiende hasta Sierra de las Quijadas en territorio huarpe.

"He presenciado recuperación de humedales en otras partes del país, pero nunca con un sentido sólo ambiental como en San Luis", Diego Moreno (Fundación Vida Silvestre Argentina)

Nadie quiso perderse la fiesta, realizada a la altura del azud sur, tres kilómetros tierra adentro desde el Arco de Desaguadero. La cita fue camino a los ramblones por la ruta 49, que también se vio beneficiada por la obra, ya que ahora luce trabajada por máquinas viales en un tramo de 25 kilómetros que cruzan, incluso el baden del inexistente río Jarilla. Aunque los vecinos no se confían, porque cuando llueve mucho se transforma en una fuerza abismal que los deja aislados de la ruta 7.
Incluso el propio río Desaguadero lució a la altura de lo que estaban presentando. Con sus aguas agitadas por un viento norte que lo hacía más portentoso, con tramos verdes y otros, los más bajos, marrones. Algunos patos se arrimaron para dar fe de que allí volvió la vida luego de la decisión de San Luis de invertir 40 millones de pesos en estos pequeños diques contenedores, a los que acompañan una malla de alambre con piedras y un cuenco amortiguador que le quita energía al agua, para que no erosione las paredes.
Hubo invitados especiales que acompañaron al gobernador Claudio Poggi durante la visita oficial a estas tierras que muy pronto dejarán de estar resecas. Estuvo Julio Naser, de la Secretaría de Ambiente de la Nación; Hugo Bilbao, presidente del Comité Federal de Medio Ambiente (CoFeMa), Guillermo Elizalde, ministro de Tierras y Ambiente de Mendoza; y Raúl Tello, quien ocupa un cargo similar en el gabinete de San Juan.
"Recién estamos comenzando la batalla, falta camino por recorrer, pero se ve vida, quiere decir que le vamos ganando la pulseada a la desertificación", dijo Poggi, quien habló luego de la proyección de un video institucional que contó la historia de esta zona castigada, desde la llegada de los españoles hasta nuestros días.
El repaso incluyó la plácida vida de los huarpes cuando los humedales estaban poblados de aves y flora autóctona, que también aprovecharon luego los incas cuando bajaron del norte. Pero con el ferrocarril y otras obras de principios del siglo XX, el agua comenzó a escasear hasta desaparecer por completo. Los azudes están para recuperarla y a medida que se acumule, irá llenando las lagunas de Guanacache, en el norte provincial, donde todavía esperan los huarpes.
Uno de sus caciques, Miguel Ángel Calderón, a duras penas pudo contener las lágrimas. "Me acordé de mi niñez, cuando mi papá me llevaba a lo que llamábamos el 'ciénigo' durante las madrugadas. Había patos, flamencos rosados, cascos de caballos sobre las aguas. Las lagunas hablan, los patos nos avisaban de las crecidas. Hasta hace poco lo contábamos como una leyenda, ahora lo vamos a vivir de nuevo", agradeció.
Poniendo la mirada más allá, el Gobernador apuntó que "nace otro panorama para las economías locales. Esta obra es para el futuro y una cuenta pendiente con nuestra cultura. Si hasta ahora los pobladores sólo podían criar unos chivos, van a disfrutar de lo que deje el turismo, poner servicios para pescadores y explotar actividades deportivas". Mientras lo decía, un grupo de kayaks y hasta una vela de windsurf se desplegaron sobre las aguas del Desaguadero, para hacer más increíble las imágenes que se estaban viviendo allí. Luego, mirando a sus colegas de otras provincias, pidió "seguir avanzando en convenios interjurisdiccionales para crecer".
Otro que no cabía en su alegría era Carlos Frade, el intendente de Desaguadero. "Esto es un sueño hecho realidad, que nos va a permitir atraer turismo. Primero nos pusieron la isla de servicios junto al peaje y ahora los azudes. Tenemos que trabajar para que Desaguadero comience a tener alojamientos, porque va a venir mucha gente a conocer esta maravilla", contó. También lo ilusiona la próxima instalación de una estación de servicio: "Va a ser el espaldarazo final para comenzar el despegue. La gente de mi pueblo está muy entusiasmada y no es para menos".
Con las últimas lluvias, el espejo de agua del río Desaguadero ya alcanzó a cubrir unas 2.000 hectáreas, mientras se va extendiendo hacia el norte. Por eso, el Gobierno tiene el proyecto de construir otros cuatro azudes en esa dirección, para alcanzar los territorios huarpes en Guanacache. "En San Luis no nos sobra el agua, por eso hacemos inversiones en embalses y acueductos. Con esta obra recuperamos identidad y futuro, pero atención que hay que trabajar para mantenerla en el tiempo", advirtió el Gobernador.
Daba gusto ver a los chicos de la escuela de Salinas del Bebedero correr descalzos por entre las paredes de los azudes, disfrutando de un bien tan escaso para ellos como el agua. La delegación de Mendoza, que trajo a la reina de la localidad de La Paz y también a la del Estudiante, no paraba de agradecer el esfuerzo que había hecho San Luis y que beneficia a ambas orillas. Porque el agua trae progreso, recupera los síntomas de la vida natural y, por supuesto, mejora las relaciones entre los vecinos, porque es una obra para todos.