Proponen modificaciones a la ley que veda la caza furtiva

En una época en la que se instaló la premisa de que cada planta, roca y espécimen cuenta como patrimonio y se escucha incesablemente el pedido por una forma de vida más amable con los demás seres que nos rodean, el Gobierno incorporó un proyecto de ley que propone cambios en algunos ítems de la legislación sobre la veda a la caza furtiva, sus excepciones y las actividades de piscicultura de las especies acuáticas. 

Jorge Heider: "El propósito es actualizar la norma y articularla con otras que salieron en la última década".

“El propósito es actualizar la norma vigente y articularla con otras que salieron en la última década, como puede ser la de operador cinegético, la de recursos genéticos y bioquímicos de la provincia, que tiene que ver tanto con la flora como con la fauna, y también con los cotos, pero también agregar al tema algo respecto de la pesca”, manifestó Jorge Heider, jefe del Programa de Biodiversidad. 
La regla contendrá algunas variables: la captura de animales solamente estará contemplada para la investigación científica o fines alimenticios, el último para las familias en “situación de vulnerabilidad”. Cada grupo, que pueda comprobar que no tiene cómo sustentarse, recibirá un cupo con la acreditación máxima de presas. Heider explicó: “Esto ya lo estamos haciendo a través de un decreto. Le pedimos a la persona que se comunique con un asistente social que lo va a visitar, el Ministerio de Inclusión Social también tendrá intervención. Lo que nosotros hacemos es emitir una resolución mensual y le decimos que va a poder cazar una cierta cantidad de animales”.
Asimismo, después de integrar la nueva propuesta, la ley actual, vigente desde el 2004, regulará el desarrollo de los trabajos de repoblación y muestreo de especímenes acuáticos que realiza el personal del Ministerio de Medio Ambiente en la reserva de La Florida.  

En la mira
Las multas para los cazadores furtivos arrancan en los seis mil pesos, varían según la especie y la cantidad de presas. El Programa de Biodiversidad registró un rango promedio de doce mil pesos en las sanciones económicas, aunque hay casos particulares en los que el importe asciende a los cuarenta mil pesos. 
Con el sesenta y cinco por ciento del total de actas labradas, el centro y sur de la provincia representan la mayor complejidad. Heider destacó que Villa Mercedes constituye un núcleo difícil de deshacer por la práctica local de la cacería. 
Los animales que están en peligro por la caza furtiva son el ñandú y el venado de las pampas, del cual hace más de dos años que no se registran casos en San Luis. Además, entre las presas más comunes están la liebre mara, la sachacabra (ciervo pequeño), zorros, vizcachas y matacos.
En general el acecho a las especies es crítico si se produce en la primavera, época en la que se reproducen.
La tenencia de armas es otro de los puntos que más preocupa a la Policía Caminera y a los integrantes del Control Sanitario y Fiscal (COSAFI). 
Los llamados de las familias del interior provincial incluyen relatos de personas en camioneta que se valen de la oscuridad y de los caminos rurales para ingresar a cazar o robar ganado en las propiedades privadas.
Tras el razonamiento de que quien incurre en una actividad ilegal puede reaccionar de manera impredecible, en el Programa de Biodiversidad señalaron que casi en la totalidad de los controles solicitan la presencia policial. “Sinceramente los admiro porque ponen en riesgo su integridad, siempre”, afirmó Heider y agregó que “cuando se detectan armas, siempre hay retención de las mismas”. Lo habitual es el decomiso de escopetas, fusiles de calibre alto, carabinas y también cuchillos.