El sospechoso movimiento de un cartel en la terminal de ómnibus disparó todo tipo de comentarios y teorías. Colgado desde el techo, el banner realizaba un movimiento pendular mientras otro que estaba al lado, pegadito, se mantenía tieso.
Las autoridades de la terminal no vieron mejor idea que convertirse en “cazafantasmas” para ir contra el cartel que ya se había convertido en una atracción para todos los visitantes de la estación. Pero no usaron rayos de colores ni trampas especiales, como aquellos héroes de la película. Lo resolvieron de una forma más simple: descolgaron el banner y fin del cuento.
Más Noticias