Se precipita hacia la Tierra de forma descontrolada con una masa superior a las siete toneladas la nave rusa de carga Progress M-27, que fue lanzada este martes al espacio para abastecer con comida y otros suministros a la Estación Espacial Internacional (EEI).
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia, informó que ayer, poco después del lanzamiento, perdió el control del carguero cuando la nave se encauzó en una órbita errónea y dejó de enviar datos a la Tierra.
Los técnicos realizaron varios intentos de retomar el control de la Progress pero observaron que giraba a gran velocidad sobre su propio eje, lo que impide cualquier intento de maniobrar para acercarse y acoplarse a la EEI.
Las Progress M son naves de carga no tripuladas, con un tamaño de 7,23 x 2,1 metros y una envergadura de 10.7 metros, que comenzaron a utilizarse a finales de la década del '70 para llevar suministros a las estaciones Salyut.
La que despegó ayer desde Rusia tiene una masa en lanzamiento de 7.290 kilogramos y transporta cerca de 2,5 toneladas de suministros, entre ellos combustible, oxígeno, alimentos, equipos científicos y regalos para los astronautas de la EEI.
Télam
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