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Lavaisse: el pueblo más pequeño quiere crecer con el turismo

Por redacción
| 12 de agosto de 2015
Estación Lavaisse. La vieja estructura ferroviaria muestra el deterioro y el paso del tiempo. Antiguamente pasaban y se detenían trenes con pasajeros. Hoy sólo lo hacen hasta seis trenes de carga por día. | Foto: José Sombras

Cuando uno transita la impecable ruta 11 después de haberlo hecho por la 2b, se encuentra con un poblado muy particular, pintoresco, con mucho verde, una bicisenda impecable, frondosa arboleda, y un magnífico camping, un balneario de aguas que parecen azuladas,  casas antiguas y una estación de tren abandonada, como tantas otras en el país.

 


Es Lavaisse, un pueblo que tiene 208 habitantes, uno de los más pequeños de la Provincia de San Luis, pretende ser una opción más para el turismo provincial. Lavaisse nació con la llegada del ferrocarril a principios del siglo XX, pertenece al Departamento Pedernera y está a 27 kilómetros de Villa Mercedes.

 


La historia dice que tuvo fundamental importancia la instalación de una bomba de agua que no sólo proveyó del líquido elemento a los rurales afincados en la zona, sino que también le suministraba agua a Justo Daract.

 


Está emplazado a la vera de la ruta 11 y paralelo a las vías del tren, y ha ido perdiendo con el tiempo su población. En 1960 tenía 340 habitantes; en 1970, 208; diez años después, 115. En 1991, 66; en 2001, 65 y en la actualidad 208, de los cuales la mayoría son mujeres.

 


No hay registros oficiales de cómo llegó a transformarse en pueblo, dicen que podría haber sido esa bomba de agua que instalaron y proveyó de agua a escasos vecinos y otros que se fundó cuando hizo pie el ferrocarril.

 


Primero se la conoció como estación de ferrocarril Lavaisse, y fue inaugurada en 1907, por la empresa ferroviaria Buenos Aires al Pacífico (BAP) en el ramal de Justo Daract a La Paz, provincia de Mendoza. Los vecinos más antiguos recuerdan que el tren atravesaba tres veces por semana el pueblo, paraba cinco minutos para cargar agua, recibían el pase y seguían viaje.

 


El tren también transportaba hacienda de estancias de la zona como Los Cisnes, del paraje El Brete, y del mismo Lavaisse. El tren de pasajeros se fue perdiendo con el tiempo y el pueblo se fue despoblando. Muchos se fueron a buscar trabajo a Villa Mercedes o Justo Daract. Actualmente la estación es operada por el servicio de cargas de una empresa privada y no tiene personal ferroviario estable, está en ruinas.

 


Hoy el tren con diferentes cargas, pasa de cinco a seis veces por día, es un ramal que une Justo Daract con el sur de Mendoza y antes de su paso, personal de la empresa inspecciona el lugar para que no haya fallas y se retira una vez que pasó, son formaciones que arrastran unos 60 vagones y llevan hasta dos máquinas.

 


Muchas veces los productos que transporta son enviados al extranjero porque van al Puerto de Buenos Aires o al de Rosario, en algunas ocasiones su carga son dejadas en Junín, para ser utilizadas en la laguna Picaso para algún desvío o de relleno.

 


Lavaisse muestra una imagen impecable, ordenada, sus seis cuadras de largo por cuatro de ancho, lucen barridas y sin yuyos, la Plaza Saludable luce impecable al igual que los juegos de los niños. Pero para los lavayenses, lo importante también pasa por el camping que es uno de sus mayores orgullos, llegan turistas de zonas aledañas, de Villa Mercedes de Justo Daract y de San Luis.

 


El otro orgullo de la población es el tradicional Festival de Destrezas Criollas que se hace en el mes de octubre, que ya va por su tercera edición, con tropillas y montas de distintos puntos del país y de la provincia.

 


El pueblo lleva el nombre de Benjamín Lavaisse, un sacerdote nacido en 1823 en Santiago del Estero. El religioso, había sido cura párroco en villa Tulumba, Córdoba y había sido designado por el gobernador Manuel Taboada.

 


Dice la historia que entre los vecinos más antiguos se recuerdan a la panadería de los Álvarez, la carnicería de Mariano Moreno, la tienda de don Salvador Alegre, la estafeta del correo atendida por Alicia Rainieri o el almacén de doña Rosa Ortiz. 

 


Hace poco tiempo falleció don Andrés Lajovich, los vecinos más antiguos dicen que él siempre decía que sus orígenes eran austríacos, tenía más de 100 años y fue presidente del Club Social y Deportivo Lavaisse. Lajovich tenía un almacén de ramos generales, y hoy es atendida por una de sus hijas.

 


Antiguamente estaba el almacén de la familia Rainieri, que surtía de mercadería al sur de San Luis, y cuando regresaban se iban de pesca a las lagunas de Soven o de Los Cisnes, los pescados eran congelados en una fábrica de hielo de la familia y enviados a Buenos Aires en el tren, en la actualidad, la ocupa un señor de apellido Oviedo. Hoy, uno de los más antiguos vecinos es don Adolfo Suárez que tiene más de 75 años.

 


El dispensario, es atendido por  Norma Urquiza, la única enfermera profesional del lugar y esposa del intendente César Baigorria  y tienen dos hijas Cristina y Graciela.

 


El pueblo tiene una escuela de nivel, primario y secundario por  la mañana, por la tarde concurren 20  alumnos del PIE, (Plan de Inclusión Educativa) que llegan de Nueva Escocia, Río Quinto, Las Isletas y de la localidad. Los vecinos dicen que la pavimentación de seis kilómetros de la ex ruta 146 reduciría a 16 la distancia que hay entre Villa Mercedes y el pueblo, obra que potenciaría el turismo en la zona.

 


Lavaisse se prepara para ser una opción más en los destinos turísticos provinciales. El lugar invita a soñar, buen clima, tranquilidad, paz, y cerca de todos.

 


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