El inquieto hijo de un dibujante mantiene el lápiz caliente

La pasión comienza desde chico y se mantiene en la vida adulta. Un comiquero lo será siempre y defenderá su postura hasta las últimas consecuencias. Pero para eso tiene que haber un comienzo, y en el caso de Salvador Terranova Piñeda, su primer paso fue participar del concurso de Historietas y Tira Diaria con motivo de los 50 años de El Diario de la República.

A los 13, Salvador ya lleva más de una década de dibujos. Empezó, probablemente, porque veía a su papá, el eximio Rodrigo Terranova, uno  de los dibujantes más reconocidos de la provincia. “También me gusta trabajar con el volumen, hacer esculturas con los materiales que encuentro y dibujar con lápiz 3D”, dijo el joven.

Inquieto y activo, actualmente participa en un proyecto de Robótica en su escuela. “Me gusta porque puedo combinar intereses: el dibujo, el diseño, la tecnología”, comentó el chico nacido y criado en San Luis.

La familia de su madre, Andrea, tiene raíces puntanas, mientras que el lado paterno, el de Rodrigo, los orígenes están en Buenos Aires, aunque la familia está radicada en la provincia hace más de treinta años. Completa el árbol genealógico su hermana Luisina, que también dibuja.

Salvador es estudiante del Instituto Santa Catalina y el más joven de los participantes del concurso de El Diario, donde mostró sus mejores trazos. El precoz artista no sabe de ningún compañero al que los comics le gusten especialmente, pero siente que “fue importante ponerme el objetivo de participar y llegar a presentar los trabajos en tiempo y forma”.

Para el concurso, Terranova Piñeda eligió a “Shenler”, como seudónimo. “No significa nada. Es una palabra inventada, simplemente”, contestó el estudiante sin mayores preocupaciones. En cuanto al nombre de la historieta, "3D2Y", explicó que significa ‘de tres días a dos años’ y que eso, a su vez: “Tampoco significa nada”.

Los dibujos que ilustran esta nota son los bocetos con los que participó y su proyecto consistió en cinco tiras y una historieta. “Estaban centradas en el movimiento de los personajes, sobre todo, y en sus expresiones faciales. En las tiras, además, las mismas viñetas eran parte de la historia. El personaje se salteaba viñetas para llegar a la última, o rompía el límite superior de una viñeta de un cabezazo”, describió sobre los resultados del primer concurso en el que participa.

Por el lado familiar, Salvador confirmó que heredó esta pasión por dibujar y leer historietas de su padre Rodrigo, que publicó dos libros (“La divina oquedad", de 2008 por Editorial Domus, y “Dos estaciones” de 2011, por La Máquina Infernal). Rodrigo es un profuso creador de historietas y asiduo colaborador con algunas revistas. Algunas veces publicó en la revista Fierro. “A través de él conocí mis primeras historietas, como Astérix, Lucky Luke, Batu...” recalcó Salvador sobre su padre, que no participó en el concurso de El Diario.

A los 7 años, al participante le gustaban los comics de Marvel pero tenía una colección propia: los leía de la biblioteca de la escuela. Le gusta la saga de J. R. R. Tolkien, “El señor de los anillos” y “El Hobbit”, y en estos días está leyendo la saga de Oliver Bowden “Assassin's Creed”. En cuanto a historietas, lo último que leyó fue “Amuleto”, de Kazu Kibuishi.

También Terranova Piñeda es fan del cine, principalmente de las sagas. Vio de "Star Wars" a "Indiana Jones", de "Volver al Futuro" a “El viaje de Chihiro” o “El viento se levanta” de Hayao Miyazaki. “Me gustan mucho los cartoons 'Gravity Falls' y veo por internet manga y animé, 'One Piece', especialmente”, pasó lista el joven sobre sus gustos.

El chico fue uno de los tantos que pagó su ticket en los encuentros comiqueros de la ComicCon que se realizan en Arenas de La Punta, a los que fue y compró “algunos libros que de otra forma no hubiera conseguido en San Luis. Ojalá el ComicCon se siga haciendo”, deseó con ansias el adolescente dibujante.