El ADN, clave para conocer la identidad y salud de cada persona

Marcos tiene treinta y cinco años y siempre pensó que su papá había fallecido, hasta que unos tíos lejanos le contaron la verdad: su padre, en realidad, era un viejo amigo de la familia. Con una prueba de ADN pudo constatarlo e iniciar una relación que creyó perdida. Elena se sorprendió cuando una mujer tocó la puerta de su casa para decirle que era su hermana. Durante cincuenta y cinco años pensó que era hija única, pero con el estudio genético hoy sabe que no está sola. Analía y su marido tuvieron a Tomás, un bebé con Síndrome de Down que recibieron con el corazón abierto. Gracias a un estudio prenatal se enteraron que el pequeño sería especial, y que necesitarían mucha dedicación y amor para criarlo. 

Los estudios genéticos permiten conocer nuestros genes en profundidad, es decir, nuestra identidad biológica. Además reflejan decenas de enfermedades o patologías con las que puede nacer un niño. Muchas personas dudan sobre su origen, y con un simple examen pueden tener datos certeros. En San Luis, los puntanos cuentan con profesionales que realizan estas pruebas. En el Laboratorio de Genética Forense de la provincia reciben entre veinticinco y treinta muestras al mes de casos en los que desean averiguar los vínculos biológicos entre padres e hijos, hermanos o abuelos. Además del trabajo que hacen para el Poder Judicial, en el que los estudios genéticos sirven para resolver causas civiles y penales.
A través del Test Prenatal no Invasivo, o de los estudios tradicionales como la amniocentesis o la biopsia de vellosidades crónica, se puede detectar si un bebé nacerá con Síndrome de Down, Síndrome de Edward, Síndrome de Patau, o una alternación de los cromosomas sexuales. El estudio genético también servirá como ayuda para diagnosticar patologías hereditarias, como Fibrosis Quística o Talasemia, entre otras.