Ojos saltones, agallas bien rojas, carne y escamas firmes son algunas de las características que pueden indicarle a los consumidores que están por ingerir pescado en buen estado. Así lo explicó a El Diario el médico veterinario de la Cosafi, Luis Alberto Giménez, quien además confirmó que con motivo de la fiesta católica se intensificaron los controles.
La clave para la conservación de la carne es la temperatura a la que debe estar sometida. Cuando ha perdido, lo que se conoce como la cadena de frío, generalmente el aroma fresco se transforma en un olor intenso, nauseabundo, y que a lo mejor porque la naturaleza es sabia, causa repugnancia.
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