Azul del Este: el club que hizo de la integración una bandera

"Mi hijo no se relacionaba con nadie y ahora saluda a otros chicos en la calle. Tiene un retraso mental leve y nunca tuve la oportunidad de mandarlo a clubes por nuestros miedos, porque la sociedad no está preparada. Pero él se adaptó y le encanta", describió Romina Sisterna, la mamá de Santiago, uno de los integrantes de la Asociación Deportiva Azul del Este. El club fue formado por los mismos papás de las viviendas nuevas para integrar a los nenes que padecen trastornos de espectro autista (TEA), general del desarrollo (TGD), Asperger, con discapacidad motriz o cualquier otra patología.

Ya llevan tres meses y participan alrededor de sesenta nenes  de los cuales seis presentan alguna de esas dificultades. "La idea partió de que un compañero tiene un nene con Asperger al que llevó a un club pero no lo integraron, lo hacían a un lado. Como yo también tenía ganas de llevar a Tiago (su hijo de 8 años con TEA) a que hiciera un deporte entonces dije por qué no hacerlo nosotros. Con mi amigo "Beto" Cornejo vimos que los chicos del barrio habían armado una cancha y le comenté que quería hacer una integración mixta para chicos y que el sueño mío sería que compitan", describió Gonzalo Brandana, uno de los integrantes de la institución.

La propuesta gustó y cuando el vecino la publicó en la página del Facebook del complejo, en seguida cautivó a muchas familias que quisieron sumarse.
Un espacio verde en Maipú y Sargento Gauna funciona como el potrero donde los pequeños entrenan todas las semanas.
Con el transcurrir de las clases, los padres advirtieron que empezaron a aparecer ciertos cambios entre los jugadores: había mayor compañerismo, se ayudaban unos a otros y la diversión se apoderó de ellos. "Veíamos que lo disfrutaban, si bien por ahí algunos van a entrenar y por ahí no. Mi hijo mayor, Mariano, es muy pendiente de Tiago pero le dije que lo dejara que viva su momento, y ahí vimos que los demás nenes lo llevaban a jugar. Entonces se puede integrarlos, el miedo grande de los papás es exponerlos pero si nos cerramos, si no hacemos inclusión, si armamos algo con autismo o retraso únicamente no los estamos incluyendo. Queremos demostrar que sí podemos integrar", enfatizó Brandana.

El proyecto llegó hasta los oídos de Mario Echevarría, el presidente de la Liga Mercedina de Fútbol (Ver "La Liga...") que les dio una gran noticia. "Hicimos una carta a la liga, les gustó, expusimos el tema frente al Consejo Deportivo. Nunca imaginé tanta difusión ni que les iba a gustar tanto la idea. Tenemos que presentar unos papeles de Personería Jurídica, nos van a dar capacitaciones y el año que viene arrancaríamos a competir en las infantiles", contó entusiasmado el papá.
Actualmente tienen las categorías 2005, 2008 y 2011, mientras que en noviembre incorporarían adolescentes desde los 14 años. Ya han jugado algunos amistosos y, aunque en el primer partido perdieron 5 a 0, en el segundo remontaron con un empate 1-1. Aún así, todos los resultados se festejan.

"La intención es que ellos se diviertan y nosotros también. Va a ser muy emocionante el día que compitan, va a haber muchas lágrimas de alegría. A la par, buscamos cambiar las actitudes de los padres que les gritan a los chicos, la mente competitiva, porque trofeos van a obtener todos. Con sólo un nene por categoría que se incluya, yo me conformo", resaltó.
Los nenes han aprendido a trabajar en equipo, a ayudarse unos a otros y respetarse. Ese combo ha empezado a dar frutos. Romina contó que cuando llevó a Santi a los Azules dijo "vamos a ver qué pasa. Nunca lo había mandado a deporte y pensaba '¿qué hará?'. Pero los profes me contaron que corre toda la cancha. La primera vez fue de zapatillas, la segunda ya quería los botines. Me pidió que ayudara en la venta de empanadas para comprar las camisetas. Hay veces que ellos son los que nos enseñan". 
Gonzalo comentó que una de las características de los niños con TEA es que no suelen tener mucho contacto con desconocidos porque "son más tímidos, el autismo es rutinario y por eso entrenan de a poco. Pero Tiago con el profe está fascinado, le da la mano, lo saluda, vemos que le está gustando".

Un club en crecimiento
El desafío que tiene el club para la próxima etapa competitiva implicará varias tareas. "Echevarría nos propuso capacitar a los árbitros, ir a los clubes y mostrar el modelo de la integración. Los árbitros tienen que tener en cuenta que hay niños autistas que son sensibles al estímulo auditivo entonces habrá que buscar alternativas levantar la mano en vez del silbato; que entiendan las crisis y las respeten", aclaró Brandana.
También esperan concretar el sueño del predio propio. Un grupo se reunió con el concejal Jorge Rosales quien les sugirió sumar terapeutas que formen al plantel de DTs y contar con más deportes.