¿Cómo elegir un vino que no conocemos?

Un comportamiento muy habitual de los humanos es el que nos hace realizar casi todas nuestras actividades cotidianas por repetición, es decir, sin preguntarnos mucho por qué lo hacemos. Repetimos el comportamiento cuando nos levantamos, nos bañamos, desayunamos, y hasta hacemos el mismo recorrido para ir a trabajar. Y también replicamos esta modalidad cuando vamos al supermercado o a la vinoteca.

En este punto me quiero detener, porque sin dudarlo buscamos en la góndola casi siempre el mismo vino, de la misma bodega y del mismo varietal. Y si bien podríamos justificarnos diciendo “es que este vino a mí me encanta” es bueno que sepamos que hay miles de otras opciones.

Según datos que informa la web del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) en Argentina existen 223.944 hectáreas implantadas de vides, con 881 bodegas elaboradoras de vino de más de 30 varietales distintos.

Si pensamos que cada bodega vinifica distintos varietales en su Línea Joven, al igual que en su Línea Reserva y Gran reserva, probablemente la cuenta nos lleve a un número superior a las 10.000 etiquetas en el país.

Otro elemento fundamental que influye en nuestra elección es el tamaño de la bodega, y por lo tanto su capacidad de comunicación o marketing de productos, con lo cual terminamos perdiéndonos opciones de vinos de altísima calidad simplemente porque no los conocemos.

Entonces, ¿cómo comprar un vino que no conocemos? Les paso algunos tips para que incursionen en un nuevo desafío sin que implique grandes riesgos.

1. Consultar en la vinoteca indicando cuál es el estilo de vinos que nos gusta, y señalando qué queremos experimentar con bodegas más pequeñas.

2. Prestar especial atención a las contra-etiquetas que suelen ser muy ilustrativas del vino cuando colocan datos técnicos importantes.

3. Consultar por internet en aplicaciones de vinos donde consumidores han expresado sus experiencias y han reflejado sus comentarios.

4. Dejarse llevar por la intuición, sea por el diseño de la etiqueta, la botella o cualquier otro factor que los seduzca.

Queridos enófilos, cada botella de vino encierra en sí misma mucha tarea y dedicación de agrónomos, enólogos y productores apasionados que quieren mostrar orgullosos lo mejor de sí. La calidad generalmente está garantizada, sólo queda por develar si se trata del gusto de nuestra preferencia. Lo que sí les aseguro es que la relación precio-calidad siempre estará a favor de ustedes en el caso de que elijan vinos de bodegas boutique o de pequeños productores.

Ojalá que la curiosidad los empuje a romper el comportamiento por repetición y les proporcione tremenda satisfacción y placer... ¡Salud!