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Santa Rosa: la Policía detuvo a 2 hombres por robar un novillo

Uno de los implicados declaró que el animal le pertenece y desligó a su presunto cómplice. Podrían quedar libres.

Por redacción
| 08 de octubre de 2017
Investigados. Los sospechosos no tienen antecedentes; la policía dice que tampoco "buena fama". Foto: Comisaría 25º.

No es la primera vez que sucede, porque en una comunidad como Santa Rosa del Conlara la información circula rápido y los hechos sospechosos no tardan en llegar a oídos de la Policía. El lunes, los investigadores de la Comisaría 25ª se enteraron que dos vecinos del pueblo ofrecían carne vacuna a un precio irrisorio, siendo que ninguno es productor rural. Las averiguaciones los llevaron hasta los restos de un animal, abandonado en un camino vecinal, y la marca en el pelaje de esos restos los llevó hasta el dueño, que ni siquiera se había enterado que le habían robado. Hay dos detenidos.

 

Ayer, uno de los acusados, de apellido Irusta, le aseguró a la jueza Patricia Besso, que subroga el juzgado Penal de Santa Rosa, que el novillo supuestamente robado es suyo y que lo faenó junto a su hermano porque el animal se rompió un hueso y hubo que sacrificarlo. 

 

Pero Jesús Irusta, que no es su pariente, negó esa versión y el miércoles, luego de que la Policía le exhibiera un cuero de pelaje negro con la marca de su hacienda, radicó una denuncia por robo de ganado.

 

La causa es algo confusa y se destapó por “testimonios de vecinos que compraron o a los que le ofrecieron la carne. Comenzamos las averiguaciones y dimos con otras declaraciones que situaban a los sospechosos merodeando campos de la zona en un auto que de momento no está secuestrado”, confió el subcomisario Heraldo Clavero, jefe de la Comisaría 25ª.

 

El martes, los pesquisas hallaron el cuero a la vera de un camino vecinal que va al paraje El Manantial. El animal, de unos 270 kilos, habría sido faenado el jueves 28 de setiembre a la madrugada en un terreno del paraje El Duraznito, que el damnificado alquila para criar vacas y caballos.

 

El miércoles 4 de octubre, cuando los sospechosos ya estaban individualizados, el productor reconoció la marca en el cuero y denunció el robo, con lo que la Policía solicitó una orden de allanamiento y detención para los presuntos cuatreros; Irusta, de 30 años, y otro hombre de apellido Ferreira, de 35.

 

Ambos quedaron alojados en una celda de la alcaidía de Concarán y conducidos antes a Besso bajo la acusación de abigeato. El primero dio su versión y defendió al segundo alegando que, por su expreso pedido, aportó su vehículo para transportar la carne del campo hacia su casa en el pueblo.

 

Clavero comentó que ninguno de los dos cuenta con antecedentes policiales, pero que al mismo tiempo su fama en la localidad no es buena. No obstante ello, de una fuente judicial trascendió que los mismos rumores y testimonios que derivaron en su detención se debilitaron con el correr de los días y que no habría pruebas firmes para procesarlos.

 

Los abogados que los representan no solicitaron prórroga de la detención, por lo que la jueza iba a decidir entre ayer y hoy si les imputa o no algún delito. 

 

 

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