Con una gran fiesta, finalizó la Semana del Prematuro

Con un día inmejorable este sábado terminó la Semana del Prematuro. Más de 100 personas participaron de la caminata y bicicletada que tuvo como punto de encuentro la Maternidad Provincial Teresita Baigorria. 

Cerca de las 16 se empezaron a ver las primeras remeras blancas con letras rosas que decían "semana del prematuro", algunos llegaron en bicicleta, otros caminando, pero nadie se quiso perder la oportunidad de participar de este gran encuentro que tenía una buena razón: concientizar tanto a las familias como a la población en general, sobre las necesidades y complejidades de un bebé que nace antes de las 36 semanas.

Mujeres con cochecitos,niños, médicos y enfermeros arribaron al lugar de encuentro donde los esperaba un agasajo, para refrescarse, tomar un descanso y seguir disfrutando de la tarde. Ahí fue cuando Claudia Ovidio, licenciada en enfermería y jefa del programa de la Maternidad tomó el micrófono y habló sobre el lema de este año. “En el 2010 Unicef instauró la Semana del Prematuro, y este año el leitmotiv es el octavo derecho que dice que la familia de un recién nacido prematuro tiene derecho pleno a la información y participación sobre su salud, a lo largo de toda la atención neonatal y pediátrica”, contó.

Pasadas las 17 los niños que habían nacido en la Maternidad estaban disfrutando, jugando y con las manos pintadas de distintos colores. Es que habían dejado su huella en una bandera para recordar su lucha y fortaleza para seguir viviendo.

Sonriente y hablando con otras colegas estaba Mónica Mensio, médica neonatóloga de la Maternidad, quien se acercó y contó: “El prematuro es un bebé que no solamente nace con bajo peso sino que tiene una inmadurez en todo su organismo y que necesita de cuidados intensivos desde el primer día de vida”, manifestó y también agregó que es importante tomar conciencia de los cuidados que se tiene que tener en los primeros días de gestación. “Cuando una mujer ya sabe que está embarazada tiene que empezar con los controles, porque si se detecta algo que no está bien se tiene que hacer estudios especiales. Esto permite que se disminuya el riesgo de que un niño pueda nacer precoz”, precisó.

Estaban colgadas treinta fotos de niños que habían llegado al mundo en la Maternidad. A un costado se encontraba Paola Pikon abrazada a su hija de 10 años, quien minutos antes había cantado un tema de Abel Pintos. “Ella nació de 29 semanas y pesaba un kilo novecientos gramos y media 35 centímetros. En total tuvimos 45 días en neonatología, estoy muy agradecida por todo lo que me enseñaron. Hoy doy gracias por tenerla conmigo, estuvo muy grave y tengo la suerte de poder contar su historia”, manifestó emocionada Paola, quien no dejaba de apretar con cariño a su hija. "Hay que ponerle mucho esfuerzo, cuando ella estuvo internada no me separé ni un segundo. El trabajo que hacen en la Maternidad es increíble, siempre nos contuvieron y se siguen preocupando por nosotras”, detalló.

“Es importante la participación de la familia”, resaltó la neonatóloga Mensio, que también remarcó que “después de pasar largos meses con los niños uno los empieza a sentir de uno. Somos un grupo que tratamos de contener a todos los que vienen, porque no es una situación fácil las que les toca vivir. Esto sólo se pueda lograr con un gran equipo interdisciplinario, desde las obstetras que son las que se ponen en contacto con la mamá, hasta el último profesional que le da el alta”, expresó y agregó emocionada: “Estoy feliz de poder verlos, es muy gratificante saber que el trabajo que hacemos día a día da sus frutos”, finalizó.