El "Pato" Rodríguez y sus amigos en el Mauricio López

A Horacio Rodríguez, artísticamente lo bautizaron Horacio Muriel pero los seguidores del jazz puntano saben que es “Pato” Rodríguez. “Estaba en un programa en Radio Belgrano de Buenos Aires y ahí me lo pusieron, fue un amigo”, contó sobre la ocurrencia del locutor mercedino Miguel Ángel Lara, quien lo rebautizó.

Esta noche, desde las 21 en el auditorio Mauricio López, será una linda oportunidad para rememorar grandes éxitos de la música del mundo, cuando Rodríguez, fundador de la legendaria Bossa Brass, vuelva a cantar y a soplar su saxo.

La función comenzará con las delicias musicales de “Nosotras Tan-Bien”, el combo femenino donde se destaca María Paula Rodríguez, hija del saxofonista. Después de ese set, en formato trío saldrá a escena con Sergio Muriel al piano y Valentina Iocco en percusión.

Actualmente "Pato" se presenta en eventos y fiestas privadas, no en pubs ni boliches, por eso sabe que habrá una “linda convocatoria”, contó el músico de 69 años.

Para él, las expectativas son “muy buenas”, porque recibió bastantes consultas en su Facebook que confirmaron la presencia. “Tienen unas ganas bárbaras de escuchar esas canciones”, precisó el artista que comenzó de pequeño, influenciado por su padre, que tocaba el bandoneón.

“La música es algo que traigo encima”, dijo Rodríguez, que a los 6 años tocaba la guitarra, a los 16 dio sus primeros soplidos con el saxo, y junto a sus hermanos Luis y Alfonso formaron el cuarteto vocal “Los Huarpes”. También integró “5 Rojo” y fue cantante tenor del Coro Oficial.

Sobre sus estilos, su referencia en el jazz es Louis Armstrong, se considera “mozartiano a muerte” porque todas las noches lo escucha. Del jazz va a la música clásica y en el medio: el tango. “Piazzolla es lo más grande, el Mozart del Siglo XX, lo vi en el Teatro Regina de Buenos Aires, esa orquesta era un billar”, definió con una muletilla que sólo los más grandes tendrán en mente.

Rodríguez precisó que en aquella época se estilaban las big bands (grandes orquestas con instrumentos de viento) que ejecutaban los éxitos del momento.

Así nació Bossa Brass en 1969,  donde formó un tridente potente con Paolo Altavilla en la trompeta y Pietro Cipriani en saxo alto. “Se lucían esos instrumentos y nosotros nos divertíamos mucho”, contó Rodríguez al respecto. Altavilla y Cipriani estaban en la Orquesta Sinfónica de la Policía y ésa “era chapa suficiente” para que los contrataran de otros grupos. “Eran un lujo los músicos que estaban en esa formación, tenían otra ductilidad para tocar”, recordó sobre sus antiguos compañeros.

Rodríguez, que tiene la ciudadanía española, vivió algunos en Barcelona y realizó varias giras europeas pero el suelo puntano le tiraba muy fuerte. “La fama es puro cuento: lo único que queda siempre es la familia”, definió sin dudar.

Casado desde los 30 años, tiene 5 hijos (algunos son músicos y otros lo acompañan en su empresa de sonido para eventos) y se siente feliz con su decisión. “Sé que mi lugar en el mundo es San Luis", rescató Rodríguez, contento.

“Me siento profeta en mi tierra, más de lo que hice, creo que no puedo: pude mantener el equilibrio entre la familia y la pasión por la música”, dijo con una gran sonrisa y los ojos humedecidos.