En dos meses finalizarán las 33 viviendas bioclimáticas

Las famosas 33 viviendas que ocuparon las portadas de los medios nacionales en su momento, por ser bioclimáticas (generan su propia energía eléctrica a través de paneles solares), de eso no tienen ni tuvieron nada, al menos por el momento. Arrancó la obra de finalización de todas las casas, ubicadas en la ex SCAC, que fueron entregadas inconclusas a fines de 2015 por la gestión anterior. Estiman que en enero los trabajos terminarán y funcionarán los paneles fotovoltaicos, tal como se "vendieron" con bombos y platillos, hace más de dos años.

Silvia Pisoni, jefa del Subprograma Proyectos y Diseños del Ministerio de Obras Públicas e Infraestructura del gobierno provincial, detalló el estado del barrio antes de comenzar los trabajos: "Las viviendas fueron entregadas y no estaban al 100%. Faltaban muchos trabajos, que estamos haciendo ahora. Había muchos problemas de humedad, no estaban los planos municipales con la mensura de cada terreno, los paneles fotovoltaicos nunca funcionaron".

Actualmente, a un mes del comienzo de los trabajos, los obreros se enfocan en los problemas de humedad, que es el más común en todas las casas y una de las principales quejas de los vecinos.

"La idea era empezar con los más necesitados, de acuerdo a los reclamos de la gente. Teníamos pedidos de las 33 viviendas, así que tuvimos que priorizar. Nos enfocamos mucho en la humedad porque eso trae problemas en la parte eléctrica y es muy peligroso. Para eso el inspector hizo un relevamiento casa por casa", explicó Pisoni.

El que lleva adelante los trabajos es el ingeniero Victorio Barloa, quien puntualizó sobre los trabajos: "Arrancamos con el tema de regulación de losas radiantes, que tenemos bastante avanzado, y también por los problemas de humedad, que requirieron reparaciones internas porque había florecido el revoque. Hemos hecho hincapié en los techos, las membranas, para después trabajar adentro asegurándonos que no exista humedad externa".

En ese sentido, uno de los vecinos del barrio destacó el buen trabajo de los obreros, que están incluso fuera de los horarios normalmente establecidos, para solucionar los problemas, en su caso urgente, ya que tiene una bebé de tres meses y los riesgos de la humedad se potencian.

"Hemos contado con una muy buena predisposición de los vecinos, porque en general es difícil trabajar con ellos viviendo en las casas. Vamos consensuando los horarios, porque sin la colaboración de ellos, esto no se podría hacer", remarcó el ingeniero.

Barloa también detalló que los trabajadores se dividen en distintas cuadrillas especiales para atacar el problema que se presenta. "En la parte de membranas y reparación interna hay cuatro personas, para losas radiantes hay tres y la parte eléctrica hay dos más. Más adelante conformaremos la cuadrilla para los paneles fotovoltaicos y para la carpintería. Cada vivienda tiene sus propios problemas y en función a esas necesidades vamos armando los equipos", precisó.

Tanto el ingeniero como la funcionaria coincidieron en que la obra avanza según lo esperado y que esperan cumplir con los plazos de finalización determinados para mediados de enero.

Barloa advirtió: "Lo único que nos puede llegar a retrasar es la llegada de los insumos importados que necesitamos para los paneles fotovoltaicos".