Entre Mendoza y San Juan hay cuatro formas de cruzar a Chile

El cóctel de temporada de verano y presencia papal puede ser muy pesado de digerir para todos aquellos que deseen cruzar a Chile a mediados de enero. Ya de por sí es complicado sortear las aduanas, que muchas veces insumen varias horas de cola en caminos cordilleranos y trámites a los que los empleados de ambos lados no les ponen mucha celeridad. Pero si además en el vecino país está el Papa Francisco en pleno enero, la cosa se puede poner aún más complicada para quienes quieran ir a compartir sus misas, a la espera de que alguna vez se decida a venir a la Argentina.

Lo bueno es que el Santo Pontífice se va a mover a lo largo de la geografía chilena, por lo que ofrecerá varias opciones para cruzar. Por supuesto, a los puntanos les conviene ir a Santiago, la capital trasandina, porque les queda mucho más cerca que la sureña Temuco y aún más de la norteña Iquique, a menos que la visita incluya una estadía turística en el desierto o la cordillera sur. En este informe va una guía de por dónde se puede ir de manera terrestre al encuentro de Francisco.

La ruta clásica

El paso típico es el de Cristo Redentor, que une Uspallata con Los Andes, que en realidad es lo mismo que decir la capital mendocina con Santiago. Es el camino más corto para los que viven en San Luis, ya que van todo por la ruta 7 hasta el punto límite. Son 598 kilómetros de asfalto, con paisajes imponentes a ambos lados de la Cordillera de los Andes. La contra principal es que es la más transitada, incluso por micros y camiones ya que representa la principal conexión del Mercosur. Los que elijan ir directamente a la capital chilena deberán armarse de paciencia en la Aduana, ya que los agentes del país vecinos van a revisar todo el equipaje con mucho detalle, como lo hacen siempre, y pondrán especial acento en descubrir frutas, verduras o madera virgen sin declarar. Tiene una ventaja: es el único abierto las 24 horas.

Hay dos opciones que requieren hacer unos cuantos kilómetros más, pero seguramente habrá menos tránsito. Uno es por San Juan, por el paso de Agua Negra, que tiene 100 kilómetros de ripio del lado chileno hasta Guanta, y 643 para llegar a Santiago. Si se le suma el recorrido del lado argentino, hay más de mil desde San Luis. Este paso suele estar abierto de 7 a 17, pero por la llegada del Papa y el recambio turístico, van a ampliar el horario de 6 a 18.

La otra variante es por el sur de Mendoza. Se trata del modernizado paso Pehuenche, en Malargüe, cuyo último tramo de 30 kilómetros de la ruta 145 del lado argentino se terminó de pavimentar en enero de este año, por lo que es una buena opción si el conductor no tiene problema en agregar unos cientos de kilómetros a cambio de esperar menos en la Aduana.

El horario de habilitación del paso tiene dos variantes, una es de 8 a 18 si se transita por ruta la ruta 115 en Chile, y otra es de 8 a 21 si se lo hace entre el sector La Mina y la laguna del Maule, según resolución de la Gobernación de la provincia de Talca del año 2007.

El secreto mejor guardado

Lo que muy pocos tienen en cuenta es que en el departamento Malargüe hay otro paso, conocido como Vergara o Planchón, por el que cruza poco tránsito. El problema es que sólo es recomendable hacerlo en camioneta, autos altos o motos porque tiene un sector de ripio con bajadas de agua. Para llegar a este paso internacional hay que ir por la ruta 145 hasta Las Loicas y luego por la 226. Mientras que en el sector chileno pasa a ser la ruta J 55. En lugar de salir a Talca, desemboca directo en Curicó, un poco más al norte y por ende más cerca de Santiago.

Desde Malargüe al límite hay aproximadamente 200 kilómetros y desde allí a Curicó otros 88. Mientras que desde Curicó a Santiago la distancia es de 190 kilómetros, por lo que el total desde Malargüe es de 500. A eso hay que sumarle los 463 desde San Luis a la ciudad mendocina. Todo sea por ver al Papa Francisco.