Amitrano se reunió con los 300 docentes innovadores

Unos 300 docentes, directivos y supervisores que presentaron los 170 proyectos en el Concurso de Innovación Educativa se reunieron ayer en el Salón Blanco de Terrazas del Portezuelo con el ministro de Educación, Marcelo Amitrano, para exponer los contenidos e intercambiar sus experiencias. El ministro les dijo que estaba “sorprendido por la asistencia casi perfecta” y además de felicitarlos les expresó que “la mayor satisfacción es que estamos en la misma sintonía”.

El ministro les explicó que “la razonabilidad del proyecto” es la condición necesaria para que sea implementado y les aclaró que “todos serán aplicados al sistema educativo con las correcciones que haya que hacerles. Pero una vez que se apliquen pasarán a formar parte de un protocolo de implementación para las escuelas de la provincia de San Luis”.

Según la evaluación que realizó de los trabajos destacó tres elementos: “Primero la cantidad y la variedad de las localidades; aquí está representado todo el sistema educativo”. Y recordó que cuando lanzaron el concurso pensó que “quizás alguno se iba a animar a presentar con un trabajo porque recuerdo que en esas cenas que hicimos con el Gobernador el año pasado con los docentes y directivos de las seis regiones educativas, notamos que casi de manera clandestina ustedes se acercaban a traernos algunas ideas que tenían casi escondidas. Pero esto ha superado todas las expectativas”.

En segundo lugar destacó que “han comprendido lo que les planteamos en cada una de las cuatro categorías que en definitiva eran una síntesis de lo que nos podía pasar en la escuela si no cambiamos. Y tercero nos sorprendimos con lo osados de algunos proyectos que hasta inventan una escuela nueva. Y  aclaro que fueron 26. Incluso hubo uno que nos propuso una forma de enseñar donde la escuela no tenga un lugar físico”.

También señaló algunos puntos en común en la mayoría de los trabajos: “Todos en algún lugar del proyecto cuestionan la rutina dentro de las aulas, que todos los días hagamos lo mismo en el mismo lugar. Creo que todos acá estamos de acuerdo en que esa forma de enseñar es un tema central que debemos tratar. Otro desafío planteado por ustedes es el de incorporar a la familia dentro de la escuela, que en algunos casos piden que de manera obligatoria deban participar en actividades con sus hijos”.

Amitrano destacó que algunos docentes propusieron que los chicos armaran su propia escuela, desde el mobiliario hasta los contenidos. Y lo que más le llamó la atención fueron varios que propusieron “que el conocimiento se toque. Que la escuela se transforme en un laboratorio o en clubes de ciencias donde los chicos puedan experimentar y manipular eso que están aprendiendo. A esto se suma la idea de que el conocimiento es transversal y que lo podemos entrelazar con todas las materias. Basta de dar conocimientos en compartimentos estancos. Eso nos parece muy saludable”.