Cómo limpiar la tierra y cercarla, qué semillas elegir y cómo abonar y cuidar el terreno, son sólo algunas de las técnicas que aprenderán durante los próximos meses alumnos, docentes y padres de treinta escuelas de la provincia. El objetivo: crear su propia huerta ecológica, para disfrutar de la siembra entre todos. Las instituciones se unieron a “Ecohuerta: conectados con la tierra”, un programa que impulsa el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Edesal desde hace tres años. Los organismos les brindarán asistencia técnica y capacitaciones, así les aseguraron ayer, en una charla que brindaron a los maestros en las oficinas de la empresa.
“Ecohuerta nació en el 2014, cuando estábamos transitando un año internacional vinculado al desarrollo sostenible. A partir de una convocatoria que hacia Naciones Unidas, formamos con el INTA una alianza estratégica para vincularnos en contenidos de la tierra”, contó Mariela Quiroga Gil, responsable de prensa de Edesal.
En esta tercera edición del proyecto, se inscribieron 60 colegios, pero los organizadores sólo seleccionaron a 30. Matías Centeno, jefe de la Agencia de extensión Rural San Luis del INTA, dijo que por ahora no cuentan con la capacidad para todos, porque Ecohuerta implica un seguimiento personalizado de cada establecimiento. Aún así adelantó que esperan ampliar la convocatoria para otras ediciones. En los dos primeros lanzamientos participaron cinco mil personas, entre alumnos, docentes y padres, y en esta sola, aventuran que lo harán otras cinco mil más.
¿Cómo funciona Ecohuerta? Centeno explicó que hay un ciclo de capacitaciones para los docentes sobre 6 módulos que abarcan todo el universo de huerta. Esto incluye aspectos técnicos, tipos de cultivos, características de los suelos, selección y producción de semillas, calendario de siembra y cosecha. También contenidos que tienen que ver con alimentación saludable. Todo a cargo de especialistas y colaboradores locales.
Las escuelas seleccionadas, además de tener una diversidad geográfica apta, debieron escribir qué pensaban hacer con la huerta. Silvia Kalczynski, docente de la “Gobernador Juan Saá”, en Algarrobos Blancos contó: “Nosotros tuvimos una huerta en 2015, pero se descuidó. La queremos relanzar porque durante ese tiempo generó mucha unión entre toda la comunidad de la escuela y muchos padres replicaron la experiencia en sus casas. Ahora tienen sus propias huertas. Este año queremos involucrar a todos los alumnos, que ya están muy entusiasmados. Que nos hayan elegido es una gran oportunidad para todos”.
Otra de las elegidas es la “Ministro Adolfo Barbeito”, de San Pedro. A la pequeña institución, ubicada en la ruta 147, acuden sólo ocho alumnos que van de los seis a los catorce años. Blanca Escudero, que hace de directora, asistente social, maestra y cocinera, dijo que es la primera vez que la escuela podrá tener una huerta. “La Barbeito tiene 114 años, pero hasta el año pasado no contaba con red de agua. Como inauguraron la planta potabilizadora, la huerta dejó de ser un sueño para ser un hecho. Las familias de la zona me dijeron que me van a ayudar. Somos como una familia, estamos en el medio de la nada y por eso nos unimos más”.
Más Noticias