Los directivos del Sanatorio Ramos Mejía dieron ayer una conferencia de prensa en donde anticiparon que no puede seguir operando con el nuevo sistema que quiere implementar PAMI y que si la situación no cambia, pueden arrojarlos a la quiebra.
Uno de los directores, William Bechem dijo que "las negociaciones siguen, pero tiene que quedar en claro que sino cambian algunas condiciones, como por ejemplo, los valores que estamos manejando no podemos seguir. Si seguimos así, en tres meses tenemos que cerrar las puertas porque no alcanza el dinero".
Para explicar la crisis dijo que "hubo un cambio de convenio, en el gobierno anterior teníamos un período de capitación, en donde ser recibía un dinero fijo para atender a todos los afiliados, sean uno o mil. Eso era perverso, era un dinero fijo que no alcanzaba. En el 2013 se cambió a un convenio de prestación en el que se pagaba por cada una de las atenciones que también era un convenio malo porque se nos hacían debitos injustificados, se nos exigían cosas que no podríamos hacer por el dinero que se pagaba".
Dijo que les llegó una comunicación en donde se les informaba que el acuerdo volvería a ser capitado pero con valores muy bajos y que eso los pone en riesgo.
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