El campo ya tiene su escuela en Dupuy

Sea en el lugar que sea, la inauguración de una nueva escuela siempre es tomada como una buena noticia. Pero en el sur de la provincia, donde las distancias son grandes y los establecimientos educativos son pocos, la novedad se celebra aún más. Y sobre todo cuando la nueva institución tendrá un perfil técnico y agropecuario, una formación ideal para la región más austral de San Luis, donde las principales actividades económicas y laborales están dentro de los campos.

El colegio de Buena esperanza será el séptimo con formación agrotécnica de la provincia.

El Gobierno de la Provincia inauguró el edificio donde funcionará la primera escuela agrotécnica del Departamento Dupuy, que fue construido sobre un terreno ubicado a unos seis kilómetros del centro de Buena Esperanza, recostado sobre el margen de la Autopista Nº 55. El nuevo centro educativo será de Nivel Secundario, comenzará a funcionar en la segunda mitad del año y tendrá además la particularidad de ser la única escuela técnica del país con modalidad de autogestión.

Con sus paredes de un reluciente blanco y detalles en azul, los pasillos del recinto empezaron a llenarse por primera vez. Cientos de vecinos de varias localidades, funcionarios y militantes se congregaron en el salón multiusos para presenciar la inauguración de la escuela y otro paquete de obras que la provincia realizó para beneficiar a toda la región.

El propio gobernador Alberto Rodríguez Saá llegó a las instalaciones y, en un clima de fiesta, abrió las puertas de la institución al grito de "¡Viva Dupuy¡ ¡Viva la escuela agrotécnica! ¡Viva el sur de San Luis!".

Un viejo deseo hecho realidad

No quedan dudas de que el sur es una de las zonas de la provincia que más ha crecido en los últimos treinta años. Con obras viales y de infraestructura, con las inversiones de grandes empresas agropecuarias, con el trabajo incansable de los productores y lugareños, entre otros factores, la región se embarcó en un progreso sin techo, con el campo como principal bandera.

A ambos costados de la ruta se erigen estancias y cabañas que crían su hacienda y producen sus cultivos en suelo puntano y se destacan en todo el territorio nacional.

Ahora, el Departamento sumará el componente que tal vez más le faltaba: espacios de formación laboral para sus jóvenes.

La escuela es un viejo anhelo de los vecinos de Buena Esperanza y las localidades cercanas, quienes sufrían ante la necesidad de los chicos de abandonar sus pueblos para poder cursar sus estudios, incluso los secundarios.

“Esta obra es deseada desde hace muchos años, porque nosotros dependemos totalmente del campo y esto nos va a enseñar a trabajarlo”, valoró el intendente Fernando Larroudé, quien reveló además que la otra escuela secundaria con la que ya cuenta la localidad "ha quedado chica para la cantidad de alumnos que hay. Entonces esta va a ayudar a descongestionarla".

Pero también el pedido de una escuela con un perfil agrario nació de los propios productores. “Ellos mismos la solicitaban porque decían que necesitaban mano de obra especializada, que les faltaba gente que supiera manejar las maquinarias y los rodeos”, explicó emocionada la diputada provincial Marcela Renau, quien estuvo involucrada en los orígenes del proyecto que tuvo al senador Sergio Freixes como otro de sus mentores.

“Esto es sumamente importante porque es la única escuela en varios kilómetros a la redonda. Hasta ahora, los chicos que querían estudiar esta orientación tenían que viajar a otras provincias como La Pampa o Buenos Aires. Está pensada con un sentido departamental, para que la aprovechen no sólo los alumnos de Buena Esperanza sino de pueblos como Nueva Galia, Batavia, Unión, Navia y Arizona, entre otros", agregó Liliana Villegas, la supervisora de la Región Educativa N° 3 del Ministerio de Educación de San Luis.

Las tierras en donde hoy se levanta el flamante colegio tienen un ADN productivo. Las cuarenta hectáreas que miran hacia la ruta fueron donadas por la prestigiosa Cabaña Las Lilas, que tiene su estancia El Pastor en esas coordenadas. Allí cría los toros Aberdeen Angus que son reconocidos y codiciados en todo el país por su excelente calidad genética.

“En 2006 invitaron a Adolfo Rodríguez Saá, que por ese entonces era gobernador, a una estancia y allí los productores le plantearon la necesidad de un colegio agrario. Entonces el propio Adolfo le solicitó al señor Octavio Caravallo, que es el propietario de Las Lilas, si nos podía ceder algunas tierras para poder edificar la escuela. Al principio eran 11 hectáreas, pero el perfil técnico requería un espacio más grande. Ellos tuvieron muy buena disposición y finalmente se concretó la donación de 40 hectáreas"; contó Renau sobre los orígenes de la escuela.

Si bien la edificación fue licitada en 2015, la gestión anterior del gobierno provincial no culminó la obra y el proyecto quedó trunco. “Esta obra viene gestionada desde hace muchos años atrás, pero fue esta gestión la que la puso en marcha nuevamente y la culminó. Como intendente me pone muy feliz”, valoró el jefe comunal.

Puesta en marcha

La Provincia invirtió $17.979.210,15 para ejecutar la obra y fue edificada frente a una rotonda. El lugar fue elegido por los titulares de Las Lilas para que los padres y alumnos puedan llegar con facilidad.

La construcción cuenta con seis aulas, un salón con un coqueto escenario, biblioteca, sala de informática, laboratorio, secretarías, oficinas y los sanitarios. En el patio, se extiende un playón deportivo de más de 1.000 metros cuadrados con gradas. Y cuenta con espacio suficiente como para poder desarrollar prácticas al aire libre.

De todas maneras, el ministro de educación, Marcelo Amitrano, admitió que ya han percibido que "la escuela va a necesitar una ampliación para poder desarrollar los talleres y recibir a todos los alumnos que quieran venir. Pero el despliegue va a ser gradual y progresivo", aclaró.

Si bien todavía no está definida la currícula ni el cuerpo docente que formará a los primeros estudiantes, Amitrano anticipó que confían en poder poner en funcionamiento la escuela al regreso de las vacaciones de invierno, es decir, en el segundo semestre del año.

Sin embargo, el ministro aclaró que,  al ser una escuela técnica, el establecimiento no recibirá todos los grados de inmediato, sino que comenzará con el primer año e irá incorporando divisiones a medida que los alumnos avancen. "Esto es así porque los títulos requieren una instancia de permanencia de los chicos", explicó.

Con el edificio de pie, Amitrano contó que un equipo ya trabaja en la formulación del programa curricular y los talleres específicos. "Tenemos la fundamentación productiva y económica y estamos definiendo el componente pedagógico que nos requiere el Instituto Nacional de Educación Técnica. Hay muchos veterinarios y profesionales del agro que nos están dando una gran ayuda en definir la orientación del colegio en función del perfil productivo de la zona", reveló el funcionario.

Y aunque todavía no quisieron adelantar todos los detalles del plan de estudios, el ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker, contó que la idea es que la formación se incline hacia la producción ganadera, uno de las actividades más pujantes de la región, que se destaca por tener el mayor volumen de hacienda de toda la provincia y un mercado frecuente de cabezas.

"Estuvimos conversando con los intendentes de la zona sobre algunos de los temas que serían de mucha utilidad y que en San Luis todavía tenemos escasa formación. Uno de esos tópicos fundamentales es la ganadería y el agregado de valor", develó Moleker.

La diputada Renau agregó que "es la primera escuela agrotécnica que tiene el sur de San Luis y es la que necesitábamos imperiosamente. Nosotros no tenemos fábricas, tenemos que cuidar la ganadería, la agricultura y la tierra, que es lo que sabemos hacer".

Expectativas en el pueblo

La inauguración del centro educativo y del resto de las obras que el Gobierno realizó en el Departamento (viviendas, pavimento, iluminación) se vivió como una verdadera fiesta para la localidad anfitriona y los pueblos cercanos. Cientos de personas disfrutaron de música, juegos, castillos inflables, demostraciones de los perros de la Policía, entre otros atractivos.

Y en los pasillos repletos, entre pastelitos y café, los alumnos de la escuela 'Luisa Fantini de Cortes Aparicio', el otro colegio secundario de Buena Esperanza, demostraron sus expectativas por la nueva posibilidad de formación, que tienen muy cerca de sus casas.

"Es muy importante que haya otra escuela y más para los chicos a los que nos gusta el campo", expresó Aaron Barroso, estudiante de cuarto año. "Mi familia  trabaja para la firma Alfredo  Mondino y eso hace que me interese todo lo relacionado con el campo. Estoy muy contento, espero que la disfruten y la cuiden", exclamó el jovencito.

Sofía Quiroga, de catorce años, anticipó que tendrá muy en cuenta la posibilidad de cambiarse a las aulas del nuevo establecimiento. "Todavía me faltan cuatro años para terminar y  me gustaría venir a esta escuela porque me gusta el campo, ya que tengo a mi papá y a mi abuelo trabajando hace muchos años", contó.

La muchacha coincidió en un punto: el mantenimiento del nuevo edificio. "Está muy linda pero ojalá que la cuiden y progrese porque es una gran escuela, y es muy importante para las localidades, para que los chicos puedan estudiar lo que les gusta", opinó.

Es que las estancias y cabañas son la principales fuentes de trabajo de los jóvenes que egresan de las escuelas. Y muchos, con familias de tradición campera, optan por seguir los pasos de sus padres y postularse para algún puesto en los establecimientos rurales.

Jorge Alberto Guevara, un joven de veinte años, contó que ingresó a trabajar como puestero de una estancia hace unos cuatro meses. Pero cree que es importante estudiar y formarse. "Es mejor, así se termina la vagancia", bromeó.

Así, cuando el timbre por fin suene en ese gigante blanco y azul que se levanta sobre el terreno, y los alumnos empiecen a sentarse por primera vez en sus bancos, la nueva institución aportará un granito de arena más al crecimiento que ha evidenciado al sur de la provincia, y que no deja de sorprender a los locales y a los visitantes.

"Hace unos años atrás, cuando teníamos la ruta de una sola mano, era totalmente distinto. La autopista transformó todo a su paso, pero también a la periferia, a lugares como Fortín, Batavia, Navia, por donde sólo había médanos y era imposible entrar con un tractor a sembrar o sacar una jaula de hacienda. Hoy entrás sin problema y esos campos producen diez veces más de lo que hacían antes. Hasta hay campos con riego, cosa que hace quince años atrás era impensado. Este predio fue donado por Las Lilas, una empresa que produce toros que van a todo el país y salen de Buena Esperanza", valoró el intendente.

Moleker: "Unir conocimiento y producción"

Contento y orgulloso. Así se lo pudo ver al ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker. Es que el funcionario sabe que el conocimiento y la formación son componentes claves para hacer crecer al sector agropecuario y profesionalizar la actividad en los campos.

El funcionario dialogó con la revista El Campo y destacó la importancia de las escuelas agrotécnicas como una forma de unir la producción con el conocimiento.

"Que esta escuela se construya acá es sumamente estratégico y es un recurso que cuando se dispone, se empieza a notar aún más la necesidad que había. Cuando se logra vincular la producción con el conocimiento se genera un impacto muy positivo en la productividad de los campos", analizó.

En su gestión, Moleker mantiene una relación estrecha con las escuelas con formación rural de la provincia porque entiende que son eslabones clave en la cadena de producción puntana. La cartera desarrolla desde el año pasado un plan para fortalecer las prácticas en los módulos productivos de este tipo de colegios y brindarles asistencia técnica y sanitaria.

En la provincia ya funcionan seis escuelas con formación agrotécnica. Están en la capital, Villa Mercedes, Justo Daract, Naschel, Fraga y Quines. El de Buena Esperanza será el séptimo establecimiento y el primero en el sur.

Para esta nueva institución, el ministro consideró que será clave una formación orientada en la producción ganadera. "Sobre todo en vista a la industrialización y al agregado de valor. Consideramos que en la provincia ya estamos en una etapa superior a pensar sólo en la cría, la recría y el engorde. Tenemos que formar a nuestros jóvenes en qué hacemos cuando ya tenemos el gordo.  El agregado de valor en origen significa muchos puestos de trabajo, arraigo y un desarrollo que si no se hace en San Luis, se termina haciendo en otro lado", sostuvo.

Así, planteó que cuando se produzca la transferencia de conocimiento de los alumnos que egresen de la nueva escuela y lleguen a los campos, "servirá para mejorar las posibilidades de desarrollo de todas las localidades cercanas a Buena Esperanza e impactará directamente en el crecimiento de la región".

Finalmente, Moleker destacó el rol del Estado provincial en el gran progreso que muestra el Departamento Dupuy. con obras que apuntalaron e impulsaron la producción agropecuaria. "La infraestructura fue determinante. Hay algunos elementos de mercado que explican el desarrollo de algunas producciones en particular, pero el Estado de San Luis hizo posible que el sur se pudiera desarrollar. Esta escuela es una muestra de que se sigue en ese camino", resaltó.