Carmelo Guercio, el inventor de Villa Mercedes que busca crear un nuevo motor

Carmelo Mario Guercio es puntano por elección. Aunque nació en la tierra del sol y del buen vino, eligió vivir en San Luis hace más de 40 años. Mecánico de muy joven, desempeñó el oficio en diversas localidades del interior y se radicó definitivamente en Villa Mercedes, a principios de los ’70. Entre su vasta experiencia destaca la innovación, una característica que siempre determinó su norte y lo llevó a desarrollar motores alternativos para reducir los costos de consumo. Primero indagó con combustibles tradicionales y en los últimos años creó un híbrido que genera electricidad a medida que camina, sin la necesidad de usar baterías. Hace más de 9 años comenzó con este ambicioso proyecto y planifica ponerlo en marcha en diciembre.

Carmelo dice que la inquietud por investigar le viene de chico. Manifestó que siempre desarmaba todo lo que no entendía. Relojes, radios, interruptores o  lo que estuviera a su alcance, pasaba por su lupa. “Me tenían que tener de la mano o encerrado. En aquella época las llaves de las luces eran rotativas, y me llama mucho la atención así que las desarmaba para ver cómo funcionaban. Después no andaban y yo tenía serios problemas”, recordó.

A sus 65 años conserva ese mismo espíritu, que aseguró, lo impulsa a buscar mejoras o inventar cosa nuevas.

“Estamos a punto de sacar el primer prototipo a la calle”, expresó entusiasta. Explicó que se trata de un híbrido que funciona  con energía alternada, combinando el gasoil y la corriente, lo que le permitirá abaratar los costos y reducir la contaminación. 

Indicó que el motor arranca con gasoil y cuando alcanza los 80 kilómetros por hora se encienden los equipos de corriente alternada. A medida que el vehículo camina genera la energía eléctrica. El dispositivo tiene otros dos motores, de 50 caballos de fuerza cada uno, que se suman a los más de 170 que tiene el diesel.

“Las pruebas que hemos realizado en el banco nos indica que el sistema consume un 32% menos de gasoil”, comentó Carmelo y reiteró que la corriente alternada tiene futuro, ya que no contamina y la tecnología no lleva mucho peso. También señaló que se puede aplicar a cualquier vehículo pesado, como colectivos, camiones, máquinas viales o tractores.

“En diciembre pasado pusimos el motor en el banco de prueba y a fin de año lo instalaremos en un colectivo. Es un proyecto que tiene casi una década de desarrollo y pruebas”, enfatizó.

Carmelo contó que una de las motivaciones que lo llevaron a pensar en generar una mecánica sustentable fue su propia experiencia como empresario, dijo que tiene una empresa de colectivos que se dedica al transporte fabril, y en los últimos años se volvió cada vez más necesario pensar en economizar combustible.

“Los privados tenemos una gran desventaja ya que no recibimos subsidios y debemos pagar el gasoil a precio de un consumidor particular, ahora con los últimos aumentos nos queda a 20 pesos, mientras que los públicos pagan 6 por litro. Nos estamos fundiendo, mientras trabajamos”, apuntó.

Por ello afirmó que siempre buscó alternativas. Anteriormente transformó motores gasoleros, Mercedes Benz, a gas GLP (gas licuado de petróleo), una mezcla de propano y butano comprimido que se vuelve líquido, con los que prestó servicio durante varios años.

“Luego  tratamos de mejorar, y me dedique a transformar un diesel a GNC. Hicimos una partida de seis coches”, afirmó el incansable inventor.

Una vez que el prototipo esté listo, Carmelo planea instalarlo en una unidad de su empresa, para verificar el funcionamiento. Luego de esas pruebas desarrollará más unidades para aplicar en toda la flota. También investiga los acoples para los tractores, ya que sostuvo que el campo sufre el mismo flagelo de costos elevados.

“Ya tenemos el 90% de las piezas para acoplarlas a los tractores, vamos a trabajar con una línea, ya que no podemos hacer un acople para todos los modelos del agro, pero con el tiempo se verá”, afirmó.

Carmelo confesó que su sueño era presentar el motor en la inauguración de La Pedrera, pero no llegó porque aún le quedan unas 300 horas en el banco de pruebas, para mejorar la autonomía y la integración de los elementos eléctricos y mecánicos.

“No quiero trabajar con la corriente continua, ya que es pesada, lleva una batería de 500 kilos y es muy cara. En Estados Unidos y en otros países de Europa ya pasaron por este proceso y las baterías se convirtieron en un problema, ya que son contaminantes. He evitado meterme en esa línea, ya que jamás podría competir con las multinacionales, pero sé que tengo algo que las empresas aún no han desarrollado”, aseguró el genio autodidacta.