23°SAN LUIS - Martes 19 de Marzo de 2024

23°SAN LUIS - Martes 19 de Marzo de 2024

EN VIVO

Cuando la imagen no alcanza

Por redacción
| 19 de julio de 2017

Hace unos días, la imagen del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta en un recorrido junto a funcionarios por una zona anegada de la ciudad, fue intensamente difundida hasta que alguien advirtió que el jefe comunal llevaba puestas unas botas de goma, (muy habituales y acordes para la ocasión). Pero la imagen se dejó de difundir porque el intendente tenía el calzado puesto al revés: la bota izquierda en el pie derecho y la derecha en el pie izquierdo.
Hace unas horas se difundió otra imagen, esta vez del presidente de la Nación, Mauricio Macri, con un casco reglamentario, de esos que se utilizan en las obras en construcción o en las fábricas, y sosteniendo un ladrillo al que miraba con especial atención. El presidente utilizaba un par de guantes de trabajo, pero en este caso también los tiene puestos al revés, con el dorso hacia la palma y la palma hacia el dorso. 
La imagen del presidente recordó a una que se hizo viral hace unos meses atrás, en ocasión de recibir a María Kodama, viuda del máximo escritor argentino Jorge Luis Borges, y quien le había llevado un ejemplar del autor de “El Aleph”. En aquella imagen Macri, sonriente y distendido, sostiene el libro de Borges al revés.
La primera pregunta que surge es por qué ocurren estos errores tan evidentes y a la vez evitables. Una crítica inmediata es que “carecen de asesores” que los guíen en esos momentos puntuales. Sin embargo, la impronta más notable del PRO y Cambiemos, es su celo, casi religioso, por la construcción de una imagen; para lo cual, si hay algo que sobran son los asesores.
Otra crítica casi instantánea es que esos asesores nunca se pusieron un par de botas para lluvia, nunca se colocaron un par de guantes de trabajo, y pocas veces tomaron un libro de Borges. Pero en este caso se trata de una crítica negativa, que sólo pone el acento en lo malo y no toma en cuenta “la intención”.
Quizás la lectura más reflexiva que puede hacerse sobre este tema, es la que indica que la construcción de la imagen, debe ir siempre acompañada de un atisbo de credibilidad, de un gramo de realidad. Porque cuanto más increíble resulta la imagen, termina por ser no creíble.
Los asesores de imagen suelen “humanizar” a los candidatos en campaña para que el votante sienta una cercanía lógica con lo que el aspirante quiere transmitir, pero de ninguna manera eso puede hacerse a cualquier precio. Si Emanuel Ginóbili fuera candidato a la intendencia de Bahía Blanca, la sociedad no esperaría verlo realizando las faenas del puerto. Porque Ginóbili en sí transmite otros valores que lo hacen elegible y no debe forzar ninguna imagen.
Porque la imagen construida, tarde o temprano devela la realidad, cuando las luces de los flashes se apagan, las marquesinas se descuelgan y la escenografía se destina a la construcción de otra nueva imagen para otro nuevo candidato. Cuando la imagen no alcanza, lo que queda es únicamente lo que vale: la capacidad, elevada o escasa, de un hombre o una mujer, para cumplir con la tarea para la que fue elegido.
Las comunidades sociales tienen mucha más sabiduría de la que se le reconoce. Entonces, cuando un candidato aparece jugando con un perro, poniéndole mermelada a una tostada, o utilizando guantes o botas al revés, comienza a desconfiar de esa “venta”, envuelta en celofán de colores. Porque no siempre la imagen alcanza. El contenido es lo que vale.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo