San Luis 3.0 con palos en la rueda

“Vamos viento en popa”. Con esa frase ilustró un funcionario del Ministerio de Ciencia y Tecnología la marcha del plan San Luis 3.0. Pero en lo que se refiere a la entrega de tablets a los chicos y jubilados “la cosa podría ir mejor si la Nación no hubiera puesto trabas”, reconoció. El primer palo en la rueda lo puso la Anses. El organismo de la seguridad social, que en San Luis conduce el presidente del PRO, Carlos “Charly” Pereyra, se negó a compartir la información sobre los jubilados puntanos y sus lugares de cobro, un dato que es clave para organizar mejor las entregas. Sin embargo, en el Ministerio saltaron la zancadilla y contactaron banco por banco y solicitaron la información de los beneficiarios de manera de poder programar mejor las entregas. “Casi todos respondieron. Algunos ya lo hicieron y otros se comprometieron a hacerlo en los próximas semana, antes de que sigan las entregas”, dijo una fuente del Ministerio.  El primero en dar respuesta fue el Supervielle. Es el banco donde cobra la mayor cantidad de jubilados puntanos. Por eso también las entregas empezaron por los beneficiarios que perciben sus haberes en las distintas sucursales de esa entidad financiera. El resto de los bancos ya respondieron o se comprometieron a hacerlo. Excepto uno: el Banco Nación. La entidad es el segundo en cantidad de beneficiarios y ya adelantó que no pasará los listados. ¿Quienes cobran en el Nación se quedarán sin tablets? No. Pero los casi 5 mil beneficiarios de tablets (entre ellos los que cobran pensiones no contributivas) tendrán que pasar previamente por ventanilla para pedir un comprobante que certifique que son jubilados y cobran en esa entidad.  Así con su negativa el Nación ocasiona una doble molestia: a los jubilados y pensionados que tendrán que ir personalmente a pedir esa certificación. Y al propio banco que deberá recibir a 5 mil de sus clientes que pasarán por caja solamente para buscar ese comprobante. Todo se hubiera evitado si, al igual que los otros bancos, hubieran enviado los listados al Ministerio. “Todavía están a tiempo de evitar tanto engorro a ellos mismos y a sus jubilados”, dijo una fuente del Gobierno.