Bomberos extinguieron nueve incendios intencionales

Desde las 11 de la mañana hasta las 22, los bomberos de la Policía, voluntarios y personal de San Luis Solidario extinguieron 9 focos ígneos en la capital y sus alrededores. En todos los casos fueron intencionales, iniciados por vecinos, para la quema de malezas, basura e incluso obtener cobre de cables plásticos. En ninguno de los casos hubo heridos o graves daños materiales. Y en uno de los procedimientos detuvieron a un joven.

Uno de los focos más llamativos fue el provocado por un hombre de 33 años, que a las 15:30, en la zona de avenida Santos Ortiz y Santa Fe, cavó un pozo y prendió fuego cables de plástico, para obtener cobre de estos. El viento extendió las llamas, que por suerte fueron sofocadas. El joven fue trasladado a la Comisaría Cuarta, por “averiguación de incendio”. Quienes lo acompañaron en la fogata están prófugos.

En cuanto a los otros focos, el primer incendio ocurrió a las 11 de la mañana en avenida Justo Daract y Ruta nacional 147. Unos vecinos quisieron quemar unas malezas. Por la misma razón se iniciaron llamas a las 15:30 al final del 1º de Mayo y el comienzo del 9 de Julio; en la avenida Santos Ortíz, en el comienzo de la zona urbana de Juana Koslay y a las 17:30 a la vera de la ruta provincial 19, en el ingreso a Terrazas del Portezuelo.

A las 18:30, en la Ruta Provincial 19 y la zona Los Álamos, los bomberos combatieron las llamas por una hora y media.

Mientras que en cercanías de la capital a las 16, en la zona de El Volcán, en inmediaciones de la Escuela Bertín,  habitantes prendieron ambas laderas de un cerro. Y a las 19:30 en el Paraje El Milagro, a la vera de la ruta provincial 146, en el kilómetro 104, vecinos decidieron que la mejor manera de deshacerse de su basura era prendiéndola fuego.

Los bomberos recién terminarían su trabajo a las 11 de la noche, en la avenida Juan Gilberto Funes y Santa Fe, por una quema de pastizal.

Desde la Policía advirtieron sobre el manejo del fuego en esta época del año, especialmente sensible por ser una estación de vientos y de vegetación seca convertida en potencial combustible de incendios forestales.