Los chicos del Hospital San Luis celebraron con payasos y regalos el día del niño

Entrar preocupado y salir con una sonrisa es una experiencia desacostumbrada al visitar el hospital. Con eso en mente, el circo social Saltimbanqui y la Fundación Betania visitaron el viernes a las 10 y media de la mañana el ala Pediátrica del Policlínico Regional junto a estudiantes de primer año de la carrera de Medicina de la Universidad Católica de Cuyo y alumnos de los colegios San Luis Gonzaga y Don Bosco para festejar el Día del Niño y llevarles música, juegos y regalos a los 36 niños y niñas que permanecen alojados en las 55 camas disponibles en el centro de salud.

Beatriz Saad, titular de la fundación que trabaja con chicos en situación de riesgo, afirmó: “Todos los años celebramos el Día del Niño y por eso desde el lunes hemos acompañado a los pequeños pacientes con cuentos y pintura y cerramos la semana con lo que llamamos el ‘tren de la alegría’: los médicos y las enfermeras, los integrantes de la fundación, el circo social Saltimbanqui y los alumnos de las secundarias recorremos todo el hospital cantando y haciendo ruido. Además, entregamos a los pequeños juguetes que nos regalan en la fundación”, afirmó.

Saad aseguró que los padres “se muestran quizás más felices que los chicos, que por ahí soportan el sufrimiento sin tanto cuestionamiento. Entonces el hecho de distraerse y recibir un regalito y sentirse acompañados es algo muy bueno”.

Guillermo Monarde, pediatra del hospital y especialista en pacientes oncológicos, es uno de los responsables de la iniciativa: “Yo fui al colegio Don Bosco y conozco de las actividades del circo y de la fundación desde hace tiempo. Así que entre todos organizamos esta visita que ya lleva tres años. También hacemos los viernes de peluca, en la que todos los médicos nos ponemos una para atender y los viernes de chaqueta. Para eso les prestamos las que ya no usamos a las madres que cuidan a sus hijos y ellas las pintan para que las usemos. Siempre tratamos de hacer cosas nuevas”, expresó y además agregó: “La respuesta de la gente es excelente. Esto no sólo sirve a los más chicos si no también a los adultos, para que olviden por un momento sus problemas y puedan cantar una canción.”

“Nuestra profesora de filosofía nos propuso venir a visitar el hospital y me pareció una muy buena actividad. Tratamos de disfrazarnos de formas graciosas. Es una manera de involucrarte en lo que vas a estar trabajando en un par de años y aprender cómo manejarte. Es muy bueno ayudar a los demás y poder hacer sentir bien a la gente”, señaló Patricia Sosa, estudiante de Medicina de la UCC. Santiago Rojas, alumno de la misma casa de estudios, remarcó que "esto sirve para hacerles saber que estamos acá para cuidarlos y acompañarlos”.

“Es muy lindo que vengan a alegrarle la mañana a los chicos, que a veces se aburren mucho”, indicó Carolina, mamá de Santiago, paciente de 12 años de la Sala 8 de pediatría, a quien los chicos de la fundación le regalaron una pelota de fútbol azul y amarilla y una bolsa con animales de plástico.

Saad resumió las actividades: "El motivo es sumar felicidad, porque es sanadora. En un ambiente donde uno ve tanto sufrimiento, aportarles un ratito de alegría cuenta y mucho”, concluyó.