30°SAN LUIS - Viernes 19 de Abril de 2024

30°SAN LUIS - Viernes 19 de Abril de 2024

EN VIVO

Una experiencia compartida y para compartir

Tuve oportunidad de compartir un viaje a Estados Unidos organizado por Agroeducación y Agricultores Federados Argentinos (AFA), del que participaron cerca de 100 productores argentinos. Durante 10 días recorrimos las principales zonas productoras de maíz y soja, como son los estados de Iowa e Illinois, participamos de reuniones y conferencias en la Bolsa de Chicago, en el Farm Progress Show, largas conversaciones e intercambios con productores y empresarios de la actividad agroindustrial, universidades vinculadas a la actividad agropecuaria, fabricantes de maquinaria y de insumos; y además, parte de la delegación tuvo oportunidad de visitar en Washington el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y la embajada argentina.

 

Creo que resulta interesante describir los aspectos más destacados de la visita, aunque la experiencia e impresión personal de un hecho como el señalado tiene un alto grado de subjetividad y, por lo tanto, cada uno debe vivirla de manera personal para poder evaluarla adecuadamente.

 

Sin embargo, aprovecho este espacio que me acerca semanalmente a muchos productores, especialmente de la Provincia de San Luis, así como de otras zonas del centro de nuestro país, para describir algunos aspectos relevantes del viaje, entendiendo lo valioso que fue para comprender dónde está ubicado el campo argentino respecto de quien sigue siendo la primera potencia mundial.

 

La coyuntura del maíz y la soja

 

Una de las inquietudes principales de la mayoría de los productores argentinos que formaron parte de la delegación era la de conocer “in situ” la realidad de los cultivos de soja y maíz en el país del norte. Este dato resulta fundamental para determinar el comportamiento de los precios de estos productos en las próximas semanas. Hay que tener presente que los estados visitados aportan la mayor parte de las cosechas de Estados Unidos de estos productos. Cerca del 35% de la soja y el maíz sale de los campos de Iowa e Illinois. Mas allá de las especulaciones que hoy dominan el mercado, la experiencia de nuestros productores arroja una conclusión unánime: el estado de los cultivos de soja y maíz en la principal zona productora es muy bueno.

 

En el caso del forrajero, la cosecha será menor a la del año pasado fundamentalmente en razón de la menor superficie sembrada, además de la posibilidad que no se repitan los rindes record del año anterior. De todas maneras la cosecha de maíz será importante. En el caso de la soja, el estado de los cultivos también es muy bueno, lo cual sumado al aumento de la superficie sembrada permite esperar una producción sin precedentes, aunque el rinde sea algo menor al también record del año previo.

 

La esperanza, por el lado de los argentinos que necesitamos una recuperación de los precios, es una helada temprana que afecte el final de la etapa evolutiva de los cultivos que, como dato negativo, vienen demorados en su evolución. Si ello ocurre podrían registrarse pérdidas y con ello una mejora en los valores. Esperanza es lo que mantiene el espíritu de nuestros productores y aquí también se manifiesta.

 

En la visita a la Bolsa de Chicago y al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, la polémica que sobrevuela en cuanto a la certeza de las estimaciones del USDA resultó tema de conversación obligado. La conclusión: están realizadas con la mejor tecnología disponible y analizadas por expertos de primer nivel, por lo tanto tienen la seriedad y razonabilidad de dicho respaldo, sin embargo, aunque resulte obvia la aclaración, es necesario hacerla: son “estimaciones” y por lo tanto son falibles y su nivel de certeza sólo estará disponible al final de cada ciclo comercial.

 

Chicago: un "cuco" deseado

 

La visita y las reuniones mantenidas en la Bolsa de Chicago les permitió a los productores argentinos ver en “vivo y en directo” el mercado del mundo, en donde se negocian las cosechas. La fluidez e importancia quedan demostradas cuando confirman una operatoria superior a las seis mil millones de toneladas de soja, es decir 20 veces la cosecha mundial. Es el mercado de referencia del mundo.

 

Las normas que lo rigen garantizan la transparencia y la apertura amplia involucra inversores de todo tipo. Ello le da la fluidez y garantías necesarias para que los productores utilicen sus valores como referencia para sus operaciones de ventas físicas y también de cobertura de precios, fundamentalmente vía la utilización de las opciones.

 

Como lo hemos manifestado en reiteradas oportunidades, nuestro país está muy lejos de tener una referencia de mercado local de características similares. El lograrlo dependerá de todos los beneficiarios de un sistema comercial de esta naturaleza. Las políticas oficiales, creando y haciendo cumplir el marco regulatorio necesario; quienes participan directamente de la operatoria (corredores e instituciones) difundiendo sus ventajas; y también los productores entendiendo, como lo hicieron quienes nos acompañaron en la visita, la relevancia que tiene para su negocio esta herramienta con un adecuado funcionamiento. Por eso también debe imprescindiblemente involucrarse en su desarrollo.

 

Una realidad no tan distinta

 

En las diferentes reuniones mantenidas con productores, funcionarios de cooperativas y entidades bancarias y comercializadoras, quedó en evidencia una realidad para los productores estadounidenses muy parecida, en algunos aspectos, a la que viven día a día los argentinos. La conclusión: los números no cierran allá tampoco.

 

La caída de los precios motiva que actualmente en muchas zonas se esté “trabajando a pérdida” y contrayendo deudas para sostener la actividad; o bien consumiendo patrimonio. En números aproximados, ya que como en todos lados depende de la característica de la zona y del productor, los costos de producir y comercializar una tonelada de soja están en el orden de los 320 dólares, y de maíz en 140. Ambos son “números” que están por encima de los precios actuales de Chicago, menos los descuentos correspondientes al lugar en que el productor hace su entrega física.

 

Otra parte de la realidad, que en este caso enorgulleció a nuestros productores, es comprobar que a nivel de tecnología aplicada a la producción las diferencias no son importantes en ninguno de los rubros involucrados. Este no es un tema menor.

 

 

La otra cara de la moneda

 

Sin duda la “idiosincrasia” de los productores es similar en todas partes del mundo. Estados Unidos no es la excepción. Pero así como en tecnología nuestros productores no observaron grandes diferencias, en la relación de los productores estadounidenses con su gobierno, sea del partido que sea, es muy distinta a la nuestra. Las políticas de apoyo a la producción son notables, en contraste con lo que ocurre en nuestro país. Desde créditos a tasas subsidiadas y aún no reintegrables, como políticas de precios sostén o renta asegurada, o subsidio directo en la contratación de los seguros, son solo algunos de los ejemplos que inclinan la balanza a favor de los norteamericanos.

 

Las diferencias entre la Farm Bill estadounidense y nuestra “política agrícola” de permanente cambio, improvisación y experimentación son notables. El año próximo se tratará una nueva Farm Bill que tendrá una vigencia de 5 años y los lobbys que tienen las asociaciones que representan a los productores, que son muy poderosos, van por más.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo