En la última semana pareciera que por el policlínico regional “Juan Domingo Perón” hubiera pasado un huracán, pero de detergente y agua. Desde el fin de semana pasado, con la incorporación de una empresa de limpieza, los espacios comunes del hospital están relucientes. Son cerca de una decena de personas que durante la semana trabajan en dos turnos de ocho horas. Ellos se encargan de la limpieza de los pisos y azulejos de los pasillos, vidrios, y han despojado de cualquier olor a remedios y humedad para dar lugar al aroma a jabón. Hasta los especialistas que allí trabajan están chochos con el cambio y contaron que a las 7, cuando entran, la estructura es “un espejo”.
Otro "escuadrón" contratado realiza tareas en el exterior de las instalaciones: están dedicados a la parquización, corte de césped, pintura y arreglos menores del perímetro. La limpieza de las salas específicas sigue estando en manos de los empleados del policlínico.
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