Mejora una motociclista que se estrelló contra un árbol
Todo indica que en el choque no intervino otro vehículo, pero la madre de la joven no está convencida.
Daiana Escudero está gran parte del día lúcida, rescata Sandra Zafra, su madre. “Por ahí, se pierde. Piensa cosas o tiene lagunas”, comenta. Le pasa eso cuando le preguntan, por ejemplo, si se acuerda por qué está internada en una clínica, con fracturas en la cabeza, la cadera y los brazos. En algunas ocasiones contesta que se quebró jugando en un campeonato de handbol y otras, bajando las escaleras de la terminal de ómnibus. Pero muchas otras veces asegura no recordar nada. Cuando le cuentan que fue luego de estrellarse contra un árbol en la avenida Jorge Newbery, cuando regresaba en moto del barrio Jardín del Sur de Villa Mercedes, se echa a llorar. Las pericias, una filmación de una cámara de seguridad y las declaraciones de los testigos les hacen concluir a los policías de la Comisaría 31ª que la joven no se desvió de su camino por culpa de un tercero, como suponían sus familiares, sino que todo se debió muy probablemente a una falla que ella cometió como conductora.
Los investigadores le han mostrado a Sandra los registros de una cámara de videovigilancia, que está en la entrada del barrio, a la altura de los semáforos, a casi 200 metros de donde colisionó su hija. “En la captura se ve cuando pasa la chica y atrás le siguen otro motociclista, un remisero, que va con un acompañante, y una enfermera (que circulaba en auto). Y, tres minutos después, cuando la joven estaba siendo asistida, pasa una camioneta”, precisó la subcomisario Susana Cuello.
En un primer momento, sus parientes pensaban que pudo tratarse de un intento de robo, que un delincuente “quiso tocarla de atrás” con otro rodado y, producto de eso, la motociclista perdió el equilibrio y el control de su 110.
Si bien hoy dan por descartado que a Daiana quisieron robarle, Sandra no está convencida de que su hija haya cometido un error al conducir. “Para mí, alguien le pegó un bocinazo o le hizo un amague de algo que hizo que se distrajera”, conjeturó.
Además de las pericias que practicó Criminalística de San Luis, un mecánico particular revisó la moto de Daiana. Según una fuente, concluyó que el vehículo estaba en óptimas condiciones de uso segundos antes del accidente, por lo que el mismo no pudo deberse a un desperfecto en el funcionamiento del rodado.
Los análisis que hicieron los peritos policiales determinaron, por su lado, que no hay indicios de que en el siniestro haya estado involucrado otro vehículo. Lo mismo refirieron las cinco personas que, si bien no presenciaron cuando la motociclista se desvió del carril, corrieron a ayudarla cuando se estrelló contra un árbol del cantero central de la avenida.
Para Sandra, lo único que logrará despejar sus dudas es el relato de su hija. La Policía también espera hablar con ella, pero cuando sus fracturas hayan soldado.
Ayer, al mediodía, tras siete días de internación en el Policlínico, de los cuales tres permaneció en terapia intensiva, la joven fue derivada a la clínica S.T.I.A., donde tiene cobertura médica. Su vida ya no corre peligro.
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