Visitas incómodas en los Juzgados de Familia y Menores

Para que el personal del Juzgado de Familia y Menores 2 de San Luis no tome a título personal la auditoría que la Secretaría Administrativa hizo a principios de semana en sus despachos, le llegó el turno a sus pares del juzgado homónimo de Villa Mercedes.

Para algunos quizás no sea precisamente una sorpresa que el juzgado a cargo de Silvina Verónica Lafuente, reciba una visita de esa naturaleza. Pues la doctora ha forjado una fama, pero no una que la ubique en el corazón de nadie.

Desde que su carrera dio el salto meteórico que la situó, a tan corta edad, en el puesto que tiene hoy, su juzgado no ha dejado de cosechar críticas. Desde los ciudadanos que se acercan a hacer una denuncia, los policías que trabajan con ella y hasta algunos colegas, todos tienen algo que decir sobre el particular estilo de trabajo de la jueza.

Algunas de esas quejas tuvieron su respuesta esta semana. Fue con una auditoría que “busca evaluar la situación actual de organización y funcionamiento del juzgado”, a los efectos de adoptar, si así correspondiera, "las medidas necesarias en materia de capacitación, organización y distribución de trabajo interno y toda otra que tienda a garantizar el buen servicio judicial” y, sobre todo, la celeridad, la eficacia y la eficiencia en tal organismo jurisdiccional.

Al menos con esa formalidad, el Poder Judicial intentó explicar, a través de su equipo de prensa, el por qué de la auditoría que el Superior Tribunal de Justicia había autorizado en el Juzgado de Menores y Familia 2 de la capital puntana.

Tal medida en la Primera Circunscripción fue el desenlace de una presentación que los abogados, Adela Pérez del Viso y Eduardo Carlos Rota, en la que sacaron a flote la lentitud con la que dicho juzgado opera en la tramitación y en la resolución de los expedientes. Hablaron, de manera puntual, de siete casos extraídos del sistema informático. Pero las quejas no se agotaban ahí. También mencionaron los problemas que algunos letrados tienen para trabajar con expedientes que celosamente son mantenidos bajo reserva.