El policía acusado por violencia de género podría declarar

El subcomisario José Eduardo Jiménez tiene una versión, su propia versión, sobre lo que ocurrió el lunes 1º de enero a la madrugada en Quines. Y es radicalmente distinta a la que dio su ex pareja, Susana Quiroga. Ella denunció ante la Policía –y lo ratificó ante el juez Penal 1, Sebastián Cadelago Filippi– que Jiménez la golpeó al regresar de bailar en un boliche de la localidad, que trató de ahorcarla y que la arrojó a un canal, en donde intentó ahogarla. Jiménez afirma que él nunca le pegó y que, por el contrario, fue la mujer quien, bajo el efecto del alcohol, lo agredió a él. “Lo único que hizo fue intentar contenerla todo el tiempo”, aseveró Oscar Vílchez, abogado del subcomisario que está en disponibilidad. El defensor  dijo que es una posibilidad que pida la ampliación de la declaración indagatoria de Jiménez, para que cuente lo suyo.

Vílchez ya le requirió varias medidas a la jueza subrogante que investiga el caso, Virginia Palacios. Ayer, le contó a El Diario que pidió que declaren en tribunales “unos 30 testigos, y también la denunciante”, que realicen una reconstrucción, el levantamiento de rastros de sangre y un relevamiento topográfico, “para que quede demostrado taxativamente cuál ha sido el escenario en el que los hechos han ocurrido o no”, dijo el letrado. Al momento de dialogar con este medio, aguardaba para saber si la magistrado había decretado esas medidas. Estimaba que quizás hoy comenzaban a tomarse las declaraciones.

Respecto a las testimoniales, especificó que le interesa que declaren los efectivos que tuvieron algún tipo de intervención. “Pedí que citen al instructor del sumario, al secretario, a toda la guardia que estuvo ese día e inclusive el jefe de la Unidad 5”, el comisario inspector Gustavo Ríos. 

Pedirá el sobreseimiento

Confiado en que podrá, a través de estas pruebas, mejorar la situación de Jiménez, Vílchez prevé presentar un escrito después del desarrollo de buena parte de ellas, en el que solicitará que sea sobreseído. Para él, no hubo un homicidio en grado de tentativa, agravado por el vínculo y por la cuestión de género, tal es la calificación por la que el juez Cadelago Filippi lo llamó a declaración indagatoria.

"Esta defensa respeta ampliamente a la señora denunciante, respeta sus dichos. Nos manejamos conforme a derecho, conforme a lo que consta en el expediente. Por ejemplo, mi defendido tiene heridas, ha sido lesionado”, manifestó. 

“De acuerdo a lo que obra en las actuaciones, entiendo que él no la ha golpeado. Por lo que dicen el médico que la revisó en primera instancia, el médico policial y el forense, Quiroga presenta lesiones leves. En ningún momento ha estado en peligro su vida. Los médicos son determinantes en esto. Acá no hubo nunca un dolo de matar”, afirmó. 

Por otro lado, según Vílchez, “uno de los médicos que intervino dijo que ella presentaba aliento etílico y actitudes de ingesta de alcohol. Vamos a ver qué sucedió, si efectivamente fue así”. Consultado sobre si su cliente había bebido esa noche, respondió “no, en lo absoluto”.

El abogado no pudo detallar cuál es la causa por la que Susana habría atacado a Jiménez, qué motivo pudo haber tenido. Expresó que eso no está determinado, pero deslizó que quizá pudo ser consecuencia de la presunta ingesta de alcohol de la mujer.

Según el abogado, Jiménez “trató en todo momento de contenerla, por su estado”. “Y se hizo difícil. Cuando una persona reacciona así, suelen darse forcejeos, para calmarla. Como será todo esto que él ha estado en todo momento a disposición, para todo. Quería ir a declarar en primera instancia ante el juez. No se fugó. Ha estado predispuesto a colaborar ampliamente. Ha respetado al personal policial”, enumeró.