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Encontrar el talle de ropa justo es una odisea para los puntanos

Una investigación de estudiantes de la Universidad Nacional de San Luis determinó que el 90 por ciento de los encuestados tiene inconvenientes para conseguir el tamaño adecuado.

Por redacción
| 05 de enero de 2018
En problemas. El estudio refleja que muchas tiendas vulneran el derecho de que todas las personas consigan la ropa adecuada.

Un proyecto de investigación realizado por alumnas de la carrera de periodismo perteneciente de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) determinó que un 90 por ciento de los puntanos tienen problemas a la hora de conseguir talles en los locales comerciales, un inconveniente que no hace distinción de tamaños corporales. Florencia Sosa, Pamela Camargo y Sofía Ortiz, fueron las encargadas del proyecto.

 

Todo surgió de un taller de la carrera en donde la consigna para las alumnas era observar algo que faltara en la población. De ahí surgió la inquietud, con la que pudieron ver que en San Luis muchas personas tienen problema a la hora de conseguir talles. “Se está vulnerando un derecho universal, que está establecido en la Declaración de los Derechos Humanos, que es el de vestir”, dijo Sosa, quien además resaltó que “hoy en día la vestimenta es mucho más que cubrirse él cuerpo. También forma parte de nuestra personalidad”.

 

El proyecto demandó tres meses de trabajo. Las estudiantes utilizaron varios métodos para llegar a los resultados. “Primero a través de encuestas quisimos saber qué era lo que pensaban los consumidores. Vía online nos contactamos con mil personas. El segundo paso fue indagar a la otra parte que estaba involucrada, que eran los comerciantes”, contó Sosa y agregó que recorrieron más de 100 locales para hacer el cuestionario. “Nos interesaba saber qué era lo que opinaban. También hablamos con nutricionistas, médicos, psicólogos, entre otros", afirmó.

 

A través de las encuestas descubrieron que algo tan sencillo como conseguir una prenda se convierte, en muchos casos, en una odisea. “Fue ahí en donde nos llevamos una gran sorpresa. El 90 por ciento a la hora de salir a comprar no encuentra su talla”, comentó la estudiante, quien además expresó que se asombró por las cosas que la misma gente les contaba.

 

Las provincias que ya cuentan con una ley de talles son Buenos Aires, Corrientes, Chaco, Santa Fe, Córdoba, San Juan, Mendoza, La Pampa, Río Negro y Santa Cruz, pero sólo en cuatro distritos -el porteño, el bonaerense, el santafesino y el rionegrino-, la normativa ya fue reglamentada. Aunque claro está que no todos la cumplen. Lo que busca la norma es que todos los comercios tengan a disposición al menos 7 alternativas: XXS, XS, S, M, L, XL, XXL Y XXXL.

 

“El resultado de nuestro proyecto determinó que en San Luis es prácticamente imposible aplicar la ley. Los comerciantes, al tener tantas normativas, no logran cumplirlas a todas”, expresó la joven y agregó que “muchos dicen que no traen porque no venden, pero nuestras encuestas reflejan todo lo contrario”, detalló.

 

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el 60 por ciento de la población argentina tiene sobrepeso u obesidad. “Se podría decir que en nuestra provincia existen muchas personas que al momento de mirar la vidriera observan sólo talles pequeños y esto hace creer que para lograr éxito tenés que estar dentro de esos estándares”, determinó Sosa y aclaró que la moda tiene que ser más inclusiva. “Se tiene que valorar el autoestima y no dejar de lado el cuerpo real de las personas, que evidentemente no coincide con lo que ellos están queriendo imponer”, expresó.

 

Sobre este tema la licenciada en nutrición Cecilia Albisu, manifestó: “Hay una problema reflejado en dos aspectos principales. Primero, que por lo general el comercio no cuenta con toda la gama de talles del más chico al grande. El segundo es que a veces los tienen pero no son equivalentes al indicado. En muchas oportunidades te ofrecen uno que dice que es 42 cuando en realidad solo le entra a una persona de talla 36”.

 

Albisu destacó que el grupo más vulnerable son los adolescentes con sobrepeso u obesidad. “Ellos están en una edad donde buscan pertenecer a cierto grupo de jóvenes que tienen que vestirse de determinada manera. Algunas casas no ofrecen estas medidas y se sienten marginados. Acá empiezan a surgir los problemas alimentarios, se someten a dietas estrictas para alcanzar un nivel estético imposible de conseguir”, aseguró la licenciada y agregó  que “el pensamiento mágico en estos chicos a veces está muy desarrollado y creen que es posible. Obviamente que esto deja secuelas muy graves para la salud”. 

 

“Si bien es necesario llevar acciones que ayuden a la población a disminuir factores de riesgo como el sobrepeso y la obesidad, es importante que todas las personas puedan tener acceso a la vestimenta sin sentirse molestas o discriminadas”, concluyó Albisu. 

 

En primera persona 
Maria Emilia Riera, es una joven de 25 años que tiene sobrepeso y le contó a El Diario de La República las dificultades que enfrenta cuando tiene que salir a buscar ropa. "Yo lo veo cotidianamente y lo viví en carne propia", aseguró. Actualmente trabaja en un comercio donde venden talles especiales. "Las chicas vienen con miedo. No se animan. A mi me paso de tener que recorrer todo el centro, ver las vidrieras y sentirme obligada a probármelo igual por vergüenza", dijo. 

 

"Cuando era chica me expuse a un montón de situaciones con tal de querer conseguir el cuerpo perfecto, hoy a mi edad ya lo pude comprender. El problema son las adolescentes, que no tiene contención y están solas. Hoy muchas suben fotos a las redes sociales buscando la aprobación de los demás y sino estas dentro de los parámetros que te imponen te sentís excluida", explicó la joven.

 

Precisó que en su adolescencia la pasó mal. "La misma sociedad te empuja y te lleva a realizar cosas que no están bien. Cuando era chica me perdí de compartir tardes con mis amigas. No iba al campo ni a la pileta porque no me quería mostrar en malla, sentía vergüenza de mi cuerpo. Sufrí mucho la mirada del otro, burlas,  bullying, fue muy duro", agregó.

 

La joven recordó que cada vez que tenia que salir a comprar algo para ponerse regresaba a su casa angustiada: "En miles de oportunidades me pasó que recorrí todo el centro y no encontré nada. Después de eso decidía no salir, acostarme angustiada y al otro día empezar a realizar dietas mágicas en busca de resultados rápidos, no me importaba nada en ese momento. Me hacia cosas a escondidas y llegue a tomar suplementos dietéticos. Nada me daba resultados porque después venia el efecto rebote y la frustración. Era un circulo de nunca acabar".

 

"La contención de la familia es fundamental. Yo recibí apoyo  en todo momento, nunca me dejaron sola. Si yo tenia que hacer dieta ellos también la realizaban para acompañarme", manifestó Emilia y aseguró que hoy se siente bien con ella y con su cuerpo. "Hoy me acepto, me cuido y entreno. Entendí que uno se tiene que aceptar y quererse tal cual es. Sólo basta poner un poco de voluntad", finalizó.

 

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