Los primeros informes describieron que la nena de 10 años habría sido estrangulada con una sábana. Este viernes se realizará la autopsia por el crimen de la niña de San Miguel (Buenos Aires).
El cuerpo de Sheila Ayala, que figuraba como desaparecida desde el domingo, fue encontrado el jueves entre dos paredes lindantes al predio donde vive el padre en San Miguel, partido de Buenos Aires. La hallaron sin ropa, envuelta en bolsas y con una sábana, que según revelaron los investigadores, es de color blanco con dibujos infantiles y podría haber sido utilizada para ahorcar a la menor.
Según las fuentes citadas por Infobae, al momento de su hallazgo, el cuerpo de la nena de 10 años estaba desnudo y las prendas de vestir que llevaba el día que desapareció -una remera fucsia, una bombacha blanca y unas sandalias marrones- estaban sueltas dentro de la bolsa.
Foto: Clarín.
Este viernes, los peritos realizarán la autopsia definitiva para determinar las causas y la fecha de muerte. Además de constatar si la menor fue abusada sexualmente o no. Sin embargo, las marcas en su cuello y la pesquisa habrían revelado los primeros indicios de cómo ocurrieron los hechos y abierto la sospecha de que el asesinato fue el mismo domingo.
La culpa queda en familia
Hasta ayer la Policía tenía en la mira al tío de la menor, Martín, que vive en el mismo predio que el padre de la niña y que, minutos antes de hallar el cuerpo, fue detenido. Pero, durante la noche, la situación dio un giro inesperado. Leonela Ayala, tía y madrina de Sheila, y su pareja Fabián Ezequiel González Rojas, de nacionalidad paraguaya, confesaron el crimen ante la Policía.
“Tomamos alcohol y drogas y no sabemos qué pasó”, dijeron ambos a los efectivos, a pesar de que horas antes se mostraban en todos los medios pidiendo por el paradero de la pequeña. De todas maneras, la confesión deberá ser ratificada ante el Juzgado de Garantías de San Martín para que tenga validez.
En el departamento de los sospechosos, ubicado en el mismo predio usurpado en el que vive el resto de la familia, hallaron un colchón lleno de moscas, indicio de que allí podría haber estado el cuerpo de Sheila. También había bolsas, cintas y una muñeca de “Hello Kitty”.
Foto: Clarín.
La hipótesis cobra aún más fuerza ya que el cadáver de la nena podría haber sido fácilmente arrojado desde el balcón de la vivienda de su tía, que se encuentra a solo seis metros de donde apareció el cuerpo.
¿Ajuste de cuentas por droga?
Según detalló el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, la madre de Sheila realizaría "actividades de narcomenudeo en el hogar", lo que abre una puerta a una nueva posibilidad.
Martín Ayala, el primer sospechoso, dejó entrever en una entrevista con Crónica TV que, hasta ese momento, la desaparición de la nena podía deberse "a las deudas por droga de la madre".
"Lo que está acreditado, pero no oficialmente en la investigación, por referencias informales, es que probablemente la madre de la chiquita realizara actividades de narcomenudeo en el hogar donde vivía Sheila”, comentó Conte Grand. Y agregó: “Pero esto no está volcado en la causa". Por lo que la posibilidad es casi remota para los investigadores que insisten en encontrar a el o los asesinos dentro del seno familiar.
(NA)
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