Reconocen a puntana en Europa por fusionar el arte y el derecho

Cecilia Alí Pini, profesora de la cátedra de Derecho del Trabajo en la Universidad de Buenos Aires, tiene dos pasiones: las leyes y el arte. El año pasado se le ocurrió reunir ambas en una clase, para enseñarles a sus alumnos sobre la historia de los derechos laborales, a partir de cuadros de Antonio Berni, Ricardo Carpani y otros artistas cuyas obras se exhiben en el Museo Nacional de Bellas Artes. La síntesis de ambas disciplinas ya llamó la atención  de los académicos.
Disertó en la Universidad de Valencia, España a principios de febrero y para ella, es un sueño hecho realidad que recién empieza.

La abogada cuenta que mientras compartía un café con su colega Pablo Topet, ambos coincidieron en su pasión por el arte.  "Cuando nos presentamos a los alumnos, muchas veces decimos que enseñamos por amor al arte. En este caso fue literal", recordó. Allí se les ocurrió tomar como punto de partida a artistas argentinos, el contexto histórico en el que crearon y cómo sus expresiones mostraban las vidas de los trabajadores. "A partir de la obra de los pintores, se empiezan a crear los conceptos de cómo se fue constituyendo el mundo del trabajo, las agrupaciones sindicales, las primeras normas y paralelamente cómo se iba constituyendo la Organización Internacional del Trabajo", detalló.  "A través de la historia del arte y el derecho, se puede conocer el genio de un pueblo, el ser nacional", afirmó.

Así por varios fines de semana visitó el museo y revisaba cuáles de los cuadros les serviría mejor a la materia, que se llama "Normas nacionales del trabajo profundizadas" y que pertenece a la carrera de Abogacía de la UBA, de la que es docente. El artista Javier Salaverria también la ayudó desde el aspecto técnico de los cuadros. Luego comenzó con las visitas al lugar con sus alumnos.

En todos los casos, se trata de pintores que nacieron y vivieron en Argentina, entre 1861 y 1963.  La desnudez sin tapujos de la empleada de "El despertar de la criada" de Eduardo Sivorí; la pareja que anhela un mejor porvenir por la ventana de “Sin Pan y Sin Trabajo”, de Ernesto de la Carcova;  la tristeza en la mirada de los trabajadores reunidos en la cónica “Manifestación" de Antonio Berni    y la incertidumbre de dos obreros en “Desocupados en un bar”, de Ricardo Carpani, fueron algunas de las pinturas que seleccionó como punto de partida para los encuentros con sus alumnos.

"Hay artistas que realmente fueron revolucionarios desde el arte, en relación al trabajo y la protección de los trabajadores. La mayoría de los que seleccionamos han tenido una actividad política social interesante y muy comprometida con el mundo del trabajo y casi todos han sido hijos de inmigrantes italianos y  se han criado en el seno de familias obreras", agregó sobre los pintores elegidos.

"Estamos muy enfocados en el tema del trabajo del futuro, que nos exige la interdisciplina entre todas las profesiones, oficios y actividades. Tanto el arte como el derecho enriquecen al espíritu. Y nos tienden un puente entre el pasado y el futuro", argumentó       sobre la conjunción de ambas disciplinas. Ali Pini indicó que las clases van a seguir en la facultad. "Es todo muy reciente. Nunca nos imaginamos que íbamos a llegar a España", expresó con alegría.

En el encuentro que tuvo en Europa, que se realizó en la Universidad de Valencia el 5 de febrero asistieron profesores y estudiantes de posgrado no sólo en derecho, sino que también en derechos humanos y pedagogía. La especialista dijo que "les pareció una propuesta educativa innovadora".

La abogada no se olvida de La Toma, la ciudad en la que vivió y remarcó que su crianza fue fundamental en su carrera. "Mis padres Miguel Nader Alí y mi mamá Sisi fueron fundamentales en la visión que teníamos que tener con mi hermano -Ernesto, actual ministro de Seguridad del gobierno provincial- en nuestra vida, no tener ningún techo pero sí una buena base educativa y ser buenas personas", remarcó.

Además destacó la enseñanza de los docentes que le enseñaron en su pueblo durante la primaria y secundaria y también la ayuda de sus sobrinos Carolina, Ernesto y Rodrigo. "Ellos aportaron desde su visión de niños y adolescentes sus ideas e ilusiones", afirmó. Pero por sobre todas las cosas remarcó la influencia de su madre. "Ella me transmitió el amor al arte y me dio información sobre los pintores y su obra", concluyó.