A la distancia del placentero retiro espiritual que la conducción de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe) tuvo en un complejo de cabañas de Los Molles, cerca de Merlo, –con pileta incluida– , en la sede de la casa de altos estudios hay malestar no sólo por este gesto de despilfarro, sino también por distintas medidas que podrían afectar la estabilidad laboral de unos 40 docentes y también de algunos no docentes.
La falta de cumplimiento de los convenios laborales y de las paritarias podrían llevar a los dos gremios que nuclean a los trabajadores del sector a convocar a asambleas. Otras fuentes consultadas aseguran que se avecina una catarata de presentaciones en el Ministerio de Trabajo de la Nación para “denunciar estos abusos de autoridad” del rector David Rivarola.
Al parecer, con la excusa de la falta presupuesto y de idoneidad, se dispuso la indebida rescisión de contratos que, según afirman, estaban protegidos por la paritaria de 2016.
Pero hay más. Cuentan que también hay llamados a no docentes, en los que les advierten que “está en peligro su trabajo”, y la llamativa remoción del cargo de dos secretarias que integraban el equipo del rector macrista.
Las desplazadas son Gabriela Zeballos, quien se desempeñaba cono secretaria de Asuntos Estudiantiles, e Hilda Pedranzani, ex secretaria general.
Como todo se maneja en un mar de incertidumbres y bajo las sombras, los motivos de la desvinculación se desconocen.
Para terminar describir el clima, por demás enrarecido, aparecieron pintadas cuestionando al rector Rivarola.
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