18°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

18°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

EN VIVO

“La unión de la familia es lo más importante”

Óscar de La Hoya recuerda cada momento que lo llevó hacia lo más alto del boxeo mundial. Desde su encuentro con Muhammad Ali a los siete años a ganar la medalla de oro en Barcelona 92, un pedido de su madre antes de morir. De La Hoya es un luchador nato, arriba y abajo del ring. El muchacho de oro que aún conserva su humildad habló con Cooltura en una charla todos los matices.

Por Noelia Barroso
| 12 de marzo de 2018
Fotos: Nicolás Varvara

Cierto día, un Óscar de La Hoya de 11 años se bajaba del ring para conocer a un campeón mundial ligero de los años 40 y 50, Ike Williams. Ese encuentro fue definitorio en su vida. El boxeador había visto entrenar a Óscar y su ojo experto le dijo que sería un triunfador. De La Hoya recuerda la anécdota y sonríe agradecido. Retiene ese momento en sus ojos y continúa la entrevista. Williams me dijo: ‘Mira, Óscar, yo sé que tú vas a ser un gran campeón. Y me dio un consejo: si hay una fila de tres mil almas esperándote por una foto o un autógrafo, como tratas a la primera persona de la fila tienes que tratar a la última, porque esa que está al final te quiere saludar, está emocionado, y aunque estés cansado, tienes que tener energía y una sonrisa porque quizás va a ser su única oportunidad de conocerte’, dijo y eso siempre se quedó en mi corazón, jamás lo olvidaré”. Y eso que también conoció a Muhammad Ali, pero esa es otra historia.

 

En realidad muchas personas contribuyeron a que Óscar sea un campeón, del cuadrilátero y de la vida. De La Hoya ganó una dura pelea contra el alcohol, la superó y hoy es dueño de “Golden Boy Promotions”, una empresa en la que junto con Mario Arano se dedica a buscar y entrenar futuras promesas del boxeo.

 

—¿Cómo fue comenzar con este deporte?

 

—Para mí, comenzó con mi mamá teniendo la disciplina de mi padre que fue trabajador. La unión de la familia es lo más importante, obviamente todo empieza en la casa. Me hablaron de la vida, del boxeo. Nosotros venimos de una familia muy humilde, de un barrio del este de Los Ángeles, donde los sueños no podían hacerse realidad, pero con el apoyo de mi familia pude tener lo más importante al crecer.

 

—¿De qué manera te moldeó tu entorno familiar?

 

— Yo creo que la fundación de todo es la familia. Si puedes escuchar a un tío, una tía, un padre o una madre, que te platique de lo positivo de la vida, como me ayudó a mí. Escuchando a la familia, explicándome que en la vida se puede hacer lo que sea si crees en ti, si trabajas duro y pones tus energías en lo que quieres, sí se pude lograr. Yo crecí en un barrio bien difícil, pero para mí el boxeo, entrenar todos los días, ir a la escuela y tener disciplina me ayudó a salir de las calles “difíciles". Mantenerme ocupado con mi deporte, con mi familia, con la escuela, fue lo más importante. Si uno puede escuchar ese mensaje, guardarlo y creer en ese mensaje, pues por lo menos uno tiene una oportunidad. En mi vida solamente necesitaba una oportunidad y es lo que me dio mi familia, la oportunidad de salir adelante, de ser un buen ser humano. El mensaje es escuchar a tus papás y ser lo mejor que tú puedes ser.

 

—¿Cómo se pude llegar a niños y jóvenes para que puedan sumarse a este deporte?

 

 —Lo más importante es hacer eventos como el que se realizó en La Pedrera, en Villa Mercedes, en junio del año pasado. Creo podría tener un impacto hacia esos jovencitos de una manera positiva, que puedan pensar que sí se puede. Recuerdo que cuando tenía siete años vi a Muhammad Ali entrar a mi gimnasio, creo que era un martes, a las tres de la tarde, yo no sabía quién era pero mi papá y mis entrenadores estaban bien sorprendidos de que había entrado. Me explicaron quién era y que era un campeón mundial. Interactuar y hablar con él me motivó para entrenar hacia una meta. Y esa meta era ser campeón olímpico. Pero no solamente ser deportista o campeón, sino un buen muchachito, un buen hijo, buen estudiante y ser todo bueno en la vida. Es lo que hace el boxeo, un campeón mundial, es el impacto que tiene el boxeo. Ojalá mi presencia pueda impactar a los jóvenes así.

 

—La educación es fundamental…

 

—Es lo más importante para los jóvenes y niños. Hay un maestro que me cambió la vida, un maestro de historia. Recuerdo que después de que se terminaba la clase me ayudaba, me hablaba cosas de la vida, sobre ser un buen muchacho, estudiar, ir al colegio y me impactó de una manera que obviamente el boxeo no te puede impactar. La educación te da la fundación de la vida, el boxeo es secundario pero sí puedes combinar las dos cosas. No tienes que ser boxeador profesional o ir a las Olimpiadas o a ganar campeonatos nacionales, el boxeo a mí me enseñó la disciplina, esfuerzo y a nunca rendirme. Porque cuando te están pegando y te tumban, y si te puedes levantar y levantar la mano en alto, eso es victoria en la vida. Si un niño o un joven puede combinar la educación con un deporte, eso le enseña a ser un adulto, una persona responsable.

 

—¿Hay posibilidades de que boxeadores puntanos o del interior lleguen al circuito grande?

 

—De lo que yo veo y escucho, en Argentina se está televisando bastante boxeo. Reconozco que hacen falta más entrenadores y maestros para enseñarles a los púgiles jovencitos cómo boxear correctamente. Sé que Argentina está apoyando al boxeo cien por ciento, es una pasión y un amor que la gente tiene, obviamente que el fútbol es el fútbol. Para ustedes, el fútbol es el deporte número uno del mundo, pero el boxeo va subiendo.

 

—¿Cómo ves al boxeo en la actualidad?

 

—A nivel internacional yo creo que va de subida, hay muchos jovencitos motivados para ser campeones mundiales, pero lo más importante es que hay muchos entrenadores haciendo el esfuerzo para enseñarle a esos jovencitos y empujarlos para lograr ser campeones mundiales. El boxeo tiene mucho apoyo actualmente a nivel mundial y eso es muy positivo para el deporte.

 

–Hay que tener buenos maestros, entonces…

 

–Lo más importante son los fondos de la ciudad o del gobierno, abrir escuelas para enseñarles a los futuros maestros para que aprendan. Hoy en día quizás el último maestro que tuvo Argentina fue Amílcar Brusa, que en paz descanse, fue uno de los grandes a nivel mundial pero hace falta ayuda del gobierno y tener los fondos necesarios para poder enseñarles a los más jóvenes. El gobernador de San Luis ha hecho un gran trabajo, de demostrar que está con el pueblo, con el deporte, con la juventud y quiere sacar adelante todo, eso ayuda mucho a que los jóvenes se motiven para hacer un cambio positivo en sus vidas.

 

—¿A qué otro boxeador, además de Matthysse, ves con proyección?

 

—Estamos trabajando con Mario Arano (en la Golden Boy Promotions), cosechando esos boxeadores amateurs, hay jovencitos que aún no son profesionales pero sí hay muchos. No puedo nombrar a uno en particular aunque Lucas Matthysse es uno de mis boxeadores al que le falta bastante en su carrera, tiene mucho que dar. Va a ser un líder en el boxeo argentino.

 

—¿Qué significó para la empresa el regreso y recuperación de Matthysse?

 

— Lucas Matthysse es un boxeador que yo respeto con todo mi corazón porque lo veo y es una persona bien humilde, de familia, trabajadora… un gran boxeador. Le espera lo mejor, es un joven bastante disciplinado, que tiene mucho por delante, y está llevando a cabo su patria, demostrando pelea por pelea que Argentina produce los mejores boxeadores en la historia del deporte. Él es un boxeador con mucho respeto y obviamente quiero lo mejor para él porque también muchos jóvenes de Argentina, de su pueblo lo están viendo y quieren ser como él. Para mí es bastante importante promoverlo y promover las peleas grandes.

 

—¿Y de la historia argentina?

 

 —Monzón que para mí fue lo máximo y obviamente ‘Maravilla’ Martínez fue uno de los mejores que ha tenido el país. De los actuales, Lucas Matthysse. Quizás él pueda ser de los mejores que ha producido Argentina. Él está motivado para hacer historia, tenemos grandes planes para él ahora que subió a peso wélter hay muchos campeones con los que puede boxear y hacer unas muy bonitas peleas.

 

—¿Cómo fue tu paso por San Luis en junio pasado?

 

—Se me hizo una experiencia hermosa, me recordó mis tiempos de niñez, creciendo en la ciudad de donde era mi abuela -que en paz descanse-, Tecante, una ciudad muy bonita con gente muy hermosa, estoy muy feliz de haber ido. Es un gran honor ir a tierras argentinas porque la gente siempre me trata con un respeto que no sé cómo explicarlo. Se siente muy bonito ir a un país extranjero y sentir el calor del público, de la afición boxística.

 

—¿Dejaste todo en el ring?

 

— Creo que me retiré a su tiempo, cuando peleé con (Manny) Pacquiao traté de hacer lo imposible, subí a peso mediano y traté de bajar a peso wélter y obviamente ya no era el mismo boxeador de antes, pero lo intenté y de eso se trata. De tratar de hacer lo imposible. Yo peleé con un Pacquiao que era bastante superior en esos tiempos, era más joven, más fuerte, más rápido pero para mí fue un honor estar en el mismo cuadrilá- tero que él.

 

—¿Qué fue lo mejor de tu carrera?

 

—La medalla de oro siempre va a ser lo máximo porque solamente puedes ganar una en tu vida como boxeador y nadie te la puede quitar, es tuya de por vida. Y el hecho de que se la dediqué a mi madre, que en paz descanse, unos meses antes de que falleciera, eso va a ser lo máximo en mi carrera.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo