En la Justicia deben estar preocupados. Al menos esa sensación debería desprenderse luego de ver la evaluación que recibieron siete aspirantes a ocupar el cargo de Juez de Primera Instancia del Juzgado de Familia Nº 1, en la Primera Circunscripción Judicial.
Las pruebas se realizaron en los primeros días de marzo. A cada abogado le entregaron un expediente referido a un caso de “Liquidación de Sociedad Conyugal”. Todos contaron con un plazo de cinco horas para redactar la sentencia, con la salvedad de que además tenían consulta de bibliografía y acceso a internet libre.
“Análisis impreciso del caso planteado”, “Redacción confusa”, “desorden en la estructura”, “la fundamentación es errónea e inatingente. No se advierte el hilo conductor en la argumentación”, “No presenta un razonamiento comprensible del caso. Falta de fundamentación”, “encuadre normativo inadecuado al confundir liquidación de sociedad conyugal con separación judicial de bienes”, “Omite resolver en virtud a lo peticionado”, “el contenido en la parte resolutiva es insuficiente e incorrecto”. Ésas son sólo una pequeña muestra, aleatoria, de las consideraciones que tuvieron los encargados al evaluar a los siete postulantes en el examen escrito. En la parte oral, el desempeño no cambió demasiado: “Responde erróneamente demostrando falta de conocimiento del tema”, “denota un desconocimiento marcado del derecho vigente, una inadecuada aplicación confundiendo las instituciones jurídicas”, “manifiesta un desconocimiento del derecho de fondo como así de las figuras de protección de la minoridad”, “responde de modo incorrecto e incompleto sobre el principio de congruencia”, “desconocimiento total de las figuras de adopción y responsabilidad parental. Confunde la normativa”.
Semejantes resultados dieron paso a una conclusión contundente por parte del tridente que se encargó de las pruebas ya que calificaron como “no recomendables” al septeto que aspiraba a impartir justicia.
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