Empiezan a dictar la carrera de meteorología en Merlo

Este lunes arranca una nueva etapa en la Universidad Nacional de Los Comechingones (UNLC), en la ciudad de Merlo. Después de casi dos años de planificación y un arduo trabajo comienza el curso preparatorio para la Licenciatura en Ciencias de la Atmósfera y Meteorología Aplicada, en el que participarán unos ochenta alumnos y que durará hasta julio. En agosto empezarán a cursar el primer semestre. Así, la casa de estudios de la villa turística se convertirá en la única del interior del país en ofrecer esta carrera, algo que la región necesitaba y, que sin dudas, marcará un hito para la provincia.

El plan de estudios está pautado para cinco años y se basa, principalmente, en que el alumno adquiera profundos conocimientos de matemática, física y química. “Hay que modelar la atmósfera para predecirla, con modelos matemáticos y físicos. Por eso hacemos un curso bastante extenso de repaso de estos contenidos y algo más avanzado para las materias que inician en agosto. Los alumnos van a cursar todo un trayecto preparatorio durante este semestre”, indicó Franco Todone, director General de Ciencia y Tecnología de la universidad, quien además participó en la realización del plan de estudios, que consta de 4.020 horas y ya está aprobado por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau).

“Tiene la particularidad que cursando los primeros tres años se accede al título intermedio de Técnico Universitario en Meteorología. El perfil es más operativo: para hacer pronósticos, trabajar en aeropuertos, o tomar mediciones en estaciones meteorológicas y hacer observaciones. El licenciado, en cambio, investiga modelos de pronóstico y los ajusta a las condiciones regionales y locales”, explicó sobre los perfiles del egresado. Además están previstas prácticas profesionales supervisadas.

La iniciativa de abrir la carrera surgió a raíz de un estudio de factibilidad que arrojó resultados contundentes: todas las carreras pedidas eran ambientales. “La Villa de Merlo tiene esa impronta. Por eso todas nuestros ciclos de estudio tienen ese perfil: tecnicatura en incendios forestales, tecnicatura en gestión del agua, tecnicatura en planificación y ordenamiento territorial y otras dos que también arrancan ahora, licenciatura en ciencias ambientales y licenciatura en paleontología”, detalló el docente.

Todone contó que el número de estudiantes inscriptos superó las expectativas y que por lo menos la mitad son de otras provincias.

Las otras universidades que dictan la carrera de meteorología son la de Buenos Aires (UBA) y la de La Plata (UNLP). “Las necesidades regionales del interior del país en cuanto a mejorar los pronósticos va quedando relegado porque faltan profesionales. La idea es que quienes egresen de esta universidad nutran a esta región. Las expectativas las teníamos porque pensábamos que era una carrera muy estratégica. Además tiene una salida laboral muy buena: realizar servicios meteorológicos, aeropuertos, institutos de investigación, o los campos mismos que realizan su propio pronóstico. Es posible prevenir sequías, organizar siembras, etc. Y todo lo referido al cambio climático”, especificó.

En agosto arrancará el primer semestre del primer año con tres materias: meteorología general, álgebra y cálculo. En el segundo semestre los estudiantes deberán cursar: química, física, derecho y desarrollo sostenible, tecnología, ambiente y sociedad. “Es una carrera que tiene una base de matemática y física, pero está también el tema de las prácticas, mediciones, sensores, trabajo con estaciones meteorológicas, imágenes satelitales, radares. Vamos a trabajar muy fuerte en eso. Se familiarizarán en materias de informática y habrá muchas salidas para mediciones de temperatura, humedad, viento en altura y terreno. El desafío es adaptar esos modelos globales a la región. Por eso los pronósticos a veces tienen fallas, porque los parámetros no son a nivel local. Vamos a tener mucha carga horaria en ese sentido, para ajustar modelos globales a escala regional”, destacó.

Toda la villa turística será testigo de un cambio en la cotidianidad del lugar. Ya no será sólo un destino turístico sino también una villa estudiantil. “Ya estamos viendo que la oferta de alquileres va creciendo, muchos que se dedicaban al turismo van a tener una demanda anual y están orientando sus posibilidades a ese tipo de demanda. La misma comunidad se va adaptar y cambiar sus hábitos y ofertas a una comunidad universitaria. Aspiramos a una villa turística y universitaria”, aseguró Todone.