Las chicas disfrutaron de un encuentro de hockey

Nadie faltó a la fiesta. Hasta el clima se prestó para que el encuentro provincial de hockey fuera todo un éxito. Cien jugadoras, de nueve equipos puntanos, le dieron forma a un mediodía donde la camaradería fue el común denominador.

La cancha de Gepu fue el escenario elegido. La actividad comenzó a las 11 y finalizó a las 14. El campo de juego de "Las Lobitas" se vio invadido por un centenar de jugadoras que, bien temprano, llegaron para disfrutar de un sábado a puro hockey.

Gepu, Cruz Azul, Chancay, Estudiantes, La Torre, Algarrobo de La Punta, Rodeo, Los Arcos y Juventud fueron los equipos que se animaron al desafío. Las categorías formativas, que tiene a nenas de 4 a 12 años, le dieron un sabor especial.

Se armaron varias canchas. Hasta un pelotero ofició de campo de juego. Ése fue el lugar de las más chiquitas. Atrás del alambrado, con mate y facturas en mano, los papis estaban pendientes de sus hijas. Nadie quería faltar a la gran cita. Fueron cuatro horas de divertimento. Alegría. Ver a estas benjaminas vestidas de jugadoras y correr tras la bocha, no tiene precio.

La más chiquitas arrancaron más de una sonrisa en los profes. Hasta los papás comentaban las ocurrencias. Las más grandes mostraron jugadas interesantes. Ya se perfilan como jugadoras que piden pista para ganarse un lugar en las categorías competitivas.

Fue un sábado diferente. "Ojalá este tipo de encuentros se hagan más seguido", decían. Todos coincidían que es muy bueno que haya más regularidad, para que las nenas no pierdan ese entusiasmo. Entrenan en su club, pero siempre es positivo que jueguen con chicas de otras entidades. Se sienten más jugadoras. Aunque la idea es la camaradería. Que disfruten y aprendan jugando. Con una sonrisa a flor de piel.

Jugaron decenas de partidos. No se cansaban nunca. Cuando era el turno de parar para que entre otro equipo en acción, miraban de reojo como diciendo "queremos seguir". Las que salían se iban al costado del campo de juego y hacían jueguitos con la bocha. Los papás la llamaban para ofrecerles agua o algo para comer, pero ellas sólo querían estar en la cancha. Jugar y jugar.

A las 14 se terminó el encuentro. Las entrenadoras se quedaron conversando para ponerse de acuerdo y buscar una nueva fecha. Las jugadoras seguían dándole a la bocha. Prometieron juntarse pronto. 

Estas cien jugadoras no se van a olvidar nunca de este encuentro. Se divirtieron. Disfrutaron. Rieron. Jugaron. Para las más "benjaminas" fue la primera vez. Seguramente contarán orgullosas que defendieron los colores de su club. Las más grandes, que ya tienen un pequeño recorrido en el hockey, tratarán de seguir aprendiendo, porque en poco tiempo, les llegará la hora de jugar en las categorías competitivas.

Las nenas le arrancaron una sonrisa a los papis, que se llenaron el alma ysalieron de la rutina.