Disposiciones y el reclamo por una "ley pareja" en la casa de las leyes

Otra del Poder Judicial y de las asistencias. La semana pasada, el Superior Tribunal de Justicia emitió un auto interlocutorio en el que reafirma la obligación para agentes fiscales y defensores de usar el reloj biométrico para registrar su asistencia y las horas de trabajo. Por lo que sostienen los involucrados, hasta ahí todo bien. En los pasillos de tribunales comentan que para nada reniegan del sistema, pero sí dejan entrever cierta indignación porque ven que en la casa de las leyes, “no hay ley pareja”.
Extraño es que un órgano dedicado a impartir justicia sea injusto con sus componentes. Los representantes del Ministerio Público se quejan porque la resolución no dice nada de jueces y camaristas, quienes por su función deberían ser los primeros en traccionar los expedientes en tiempo y forma. Si los jueces no están, no hay juicio, Si no hay firma, no salen las sentencias. "Son ellos lo que firman. Si no vienen a trabajar es lógico que las causas duerman más tiempo de lo previsto en sus despachos", se escuchó decir esta semana en los pasillos de Tribunales.
La marcada bronca suma otro elemento: la pasividad del presidente del Colegio de Magistrados. Pero todo tiene una explicación. Con una simple mirada a la estructura del Poder Judicial salta a la vista que tiene intereses creados y está lejos de pelear por un plano de igualdad, ya que si hubiera ley pareja para todos, él y la totalidad de magistrados también deberían poner “el dedito” en el reloj biométrico. Y ahí está el problema y la explicación, en la inacción para defender a los asociados. Esa pasividad ya generó que una jueza renunciara al Colegio.