Ratificó que su hija le dijo que fue abusada por un camionero

T.B. le había confesado primero a su mamá que el camionero con el que se cruzó de Villa Mercedes a Río Cuarto, cuando se fue de su casa, se había propasado con ella. Lo mismo o, al menos, algo similar les dijo a la psicóloga de la Cámara Gesell. Y su madre, que había denunciado al conductor del camión por haber raptado a la menor, reiteró con su declaración, en el juzgado de instrucción Penal 3, lo que la adolescente de 13 años ya le había dicho: que el hombre la había abusado. 
Lo que la mujer contó es “compatible con la conducta, el delito, que se está investigando”, sintetizó el fiscal Marcelo Palacio Fernández. El funcionario judicial se refería a un “abuso sexual simple”, pues T.B. había dado cuenta de que el camionero la manoseó. 
De todas formas, esperan que la profesional de la Cámara Gesell remita el informe que hizo sobre la adolescente tras la audiencia. Pues desde que fue localizada en Río Cuarto y regresada a su casa de Villa Mercedes ha dado diferentes relatos sobre lo que pasó en su viaje con el camionero, aclaró Palacio Fernández. 
Las versiones que ha dado T.B. están plagadas de contradicciones, comentó una fuente. Dado que lo que le confió a la madre no es lo mismo que lo que le dijo a una compañera de la escuela, y tampoco coincidiría con lo que aseguró en la Cámara Gesell. Una de las incongruencias de sus relatos es el lugar donde el chofer la recogió. Puesto que en un momento dijo que se había encontrado con él en el cruce de Amaro Galán y la autopista, pero en otro contó que se toparon recién en Juan Jorba. 
En las audiencias de esta semana, también declararon una vecina de la denunciante y los policías de la Comisaría del Menor, que estuvieron a cargo de la búsqueda de paradero. 
Lo que al fiscal, al menos, le interesaba sobre lo que los efectivos pudieran decir tiene que ver con establecer si el procedimiento policial, en la búsqueda de la chica, fue el correcto, así como la manera de actuar del juzgado de Familia y Menores 2. “De las declaraciones no pudimos determinar que haya habido ninguna conducta incorrecta ni de funcionarios policiales ni judiciales, sino que todas las medidas que tomaron estaban dentro de los carriles normales que siguen en la búsqueda de un paradero”, subrayó, porque hasta antes de que la madre denunciara al camionero “no había elementos para suponer que el hombre había cometido algún delito”. 
La adolescente se había ido de su casa del barrio Obras Sanitarias, por voluntad propia, la tarde del jueves 26 de abril. Su madre contó que ese día ella bañaba a otro de sus hijos y cuando llamó a T.B. para que la ayudara, notó que la adolescente ya no estaba.
Recién volvió a saber de ella al día siguiente. A la mañana, un número desconocido la llamó a su celular. Un hombre que dijo llamarse Escobar y ser camionero le aseguró que acababa de ver a su hija en una estación de servicio de Juan Jorba. 
Escobar había obtenido el teléfono de la mujer porque la adolescente se lo había dado. Eso despertó desconfianza en la madre de T.B., que no podía entender cómo su hija le había facilitado su número a un completo extraño, que acababa de conocer en un pueblo. Ese mal presentimiento se acrecentó después, cuando una amiga de la nena le envió una foto que T.B. se había tomado en un camión. En la selfie, ella bebía un café en el interior de un camión, el de Escobar.