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Continúa la búsqueda de Juan Carlos Rubilar, no hay rastros

Creyeron haberlo visto en Carlos Paz y en Córdoba. Pero ninguno de esos datos pudo ser confirmado.

Por redacción
| 21 de mayo de 2018
"Pupi". Tiene 29 años, pero la mentalidad de un chico de 12 años. Foto: Facebook.

Más de dos meses y medio pasaron desde que Juan Carlos “Pupi” Rubilar fue visto por última vez. Al parecer, merodeando un campo, localizado al sur de Las Isletas. Sediento y desorientado. Desde ese momento, los efectivos de la Subcomisaría 24ª, otras dependencias policiales de la Unidad Regional II, con el apoyo de rescatistas y hasta pilotos del Aeroclub de Villa Mercedes, lo buscan. Lo han hecho por tierra, agua y aire. Las últimas zonas que rastrillaron fueron los campos aledaños donde le perdieron el rastro. En medio de esas averiguaciones, a la familia del joven desaparecido le llegaron dos datos desde la provincia de Córdoba: en principio, que habían visto a “Pupi” en la terminal de la capital cordobesa y, después, que lo avistaron en Carlos Paz. Pero no pudieron confirmar la primera de esas informaciones y la segunda quedó descartada.

 

Los policías buscaron pistas del joven de 29 años hasta hace tres semanas, hasta que las lluvias se lo permitieron, contó el oficial principal Juan Zavala, subjefe de la Subcomisaría 24ª. Recorrieron la siembra de soja de los campos “La Patricia”, pues a unos 30 o 40 metros de allí es donde perdieron el rastro de Rubilar. La última pista de “Pupi” que tienen son las pisadas de zapatillas que hallaron debajo de una tranquera de esa estancia.

 

“También rastrillamos el campo de Saureti y La Iberia, pero no encontramos nada, ni una prenda del chico”, contó el jefe policial. “La Iberia, que queda al lado de La Patricia, tiene unas 600 hectáreas de soja y el campo de Saureti, que está al sur, tiene unas 280”, precisó. En el caso de “La Patricia” recorrieron alrededor de 300 hectáreas y otras 70 cerca del camino donde vieron deambular a Juan Carlos.

 

Cuando la siembra se seque y los empleados comiencen con la trilla, los policías regresarán a los rastrillajes, puesto que mientras la soja y el maíz estén húmedos esa tarea es casi imposible. Esperan que eso suceda, cuando menos, a fines de mayo, calculó Zavala.

 

Entonces, cuando el clima los habilite, los investigadores se aboca altura de El Sayape y a otro situado al sur de Las Isletas, a unos 60 kilómetros de Villa Mercedes, adelantó el oficial principal.

 

Mientras tanto, un vecino de la capital cordobesa se comunicó por teléfono con los padres de “Pupi”. Les dijo que había visto al chico en la terminal de ómnibus de esa ciudad. El hombre, Diego Barros, un distribuidor de mercadería que viaja de una provincia a otra, aseguró que el chico que avistó “coincidía en un noventa por ciento con las características físicas de Rubilar”, comentó Zavala.

 

Apenas ese dato llegó, el personal de la Subcomisaría 24ª se contactó con sus pares de Córdoba. Buscaron en la antigua y en la nueva terminal de micros y revisaron especialmente las plataformas 1 y 40, donde suelen dormir las personas que no tienen casa. Pero no hallaron a nadie que se pareciera ni por cerca al joven que desapareció el 4 de febrero, en la última noche de los Corsos de los Pueblos.

 

Luego una vecina de Córdoba, que también conoce a Barros, se comunicó con los Rubilar y les dijo que su hijo había estado en su casa. Según ella, el joven barbudo, con cabello largo, ropa mugrienta  y zapatillas marrones, iba todos los miércoles a su domicilio a pedir. En una de las esas oportunidades ella le dio una frazada.

 

Pero ese dato no pudo ser confirmado, porque la mujer nunca le facilitó su dirección ni a la Policía ni a los Rubilar.

 

“La semana pasada, a una chica que pasó por Carlos Paz le pareció haber visto a Rubilar en una parada de colectivos”, contó Zavala. Se comunicó con los padres de “Pupi” por Facebook y, luego, volvió hacia la parada de micros donde se había cruzado con quien pensaba podía ser Juan Carlos. Le pidió su documento y confirmó así que no era el muchacho desaparecido.

 

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