Malestar en el oeste: piden erradicar un eterno basural

Las marcas de una máquina se mantienen frescas en el tramo de la calle San Cayetano entre Láinez y Entre Ríos. El camión que levanta la basura se acaba de ir luego de llevarse una docena de cajas, bolsas y hasta los restos de una motocicleta, además de electrodomésticos que estaban esparcidos por todo el camino de tierra. Sin embargo, entre las huellas, resaltan algunos bultos: son cajones de verdura con restos de comida, libros infantiles quemados, botellas y una zapatilla blanca que quedó huérfana. Los vecinos de la zona le contaron a El Diario de La República que pocos minutos después de que la calle volviera a estar limpia, los restos aparecieron nuevamente "como por arte de magia".

La imagen se repite día tras días desde hace al menos un año. El 3 de abril del 2017, este matutino recorrió el barrio 828, donde se ubica el pasaje, y se encontró con una montaña de tierra, escombros y restos de poda que se habían adueñado de la San Cayetano y la habían clausurado por completo. La barriada aseguró que desde entonces, el panorama no cambió mucho.

"Vienen en camionetas, camiones, bicicletas y sobre todo, en carro. Tiran de todo y luego se hace imposible poder usar la calle. Hicimos muchísimas veces el reclamo a la Municipalidad, pero el problema no cesa", manifestó Natalia. La mujer vive sobre Entre Ríos, a pocos metros del basural clandestino. "Cuando llueve se vuelve más difícil porque al ser de tierra, se junta mucho barro. Si a eso le sumamos toda la basura que se junta, se vuelve incómodo", añadió Natalia.

Adriana Monasterolo, otra de las residentes, señaló que durante la noche es cuando sucede el mayor movimiento de personas que se acercan al descampado. "Estacionan, tiran las cosas y se van. En varias oportunidades quisimos decirles que no arrojen nada, pero recibimos insultos. Con mi marido optamos por no decir nada porque no sabés si te pueden hacer algo", contó temerosa.

Monasterolo dijo que además de limpiar, la Municipalidad suele cerrar el pasaje con montículos de tierra para evitar que los carros ingresen. Aunque eso ayuda a que el basural disminuya, Adriana comentó que les impide el paso y eso se convierte en otro problema. "Tenemos que hacer tres cuadras para poder salir del barrio, o dar una tremenda vuelta. No creo que sea la solución", sostuvo.

Daniel Desotti, secretario de Servicios Públicos de la Comuna mercedina, dijo que "lamentablemente es una imagen que se repite en diversos puntos de la ciudad". Si bien la Secretaría ha logrado reducir el número de basurales clandestinos (en el 2012 registraron 87 y ahora solo hay 7), contó que el de la calle San Cayetano es uno de los más difíciles de erradicar. "Pensamos que es porque al costado tiene dos sitios baldíos, donde no hay iluminación. La tarea de mantenerlos es muy costosa, hay que alquilar máquinas y camiones para retirar los residuos. También estamos haciendo campañas para concientizar, pero la verdad es que la comunidad aún no toma noción", resaltó.

Los residentes esperan que pronto pavimenten el tramo porque creen que así lograrán acabar con el basural.