La oposición logró dar media sanción a la ley sobre la "emergencia tarifaria"

Con cambios de último momento en la redacción, la oposición logró anoche aprobar en general el proyecto que declara la emergencia tarifaria, limita futuros aumentos en las boletas de luz, gas y agua. La iniciativa logró media sanción con 133 votos a favor, 94 en contra y 3 abstenciones. Al filo de la medianoche el texto, que tuvo muchas modificaciones, se votaba en particular.
En medio de las turbulencias por el tipo de cambio, los bloques de la oposición pudieron cerrar filas detrás de la iniciativa que propone retrotraer los valores de las tarifas al 1º de noviembre del 2017.
La iniciativa impide que las próximas alzas sean superiores a la evolución del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) en el caso de los usuarios residenciales, y al Índice de Precios Internos al Mayor (IPIM) publicado por el Indec para pymes y cooperativas de trabajo.
Además crea un régimen universal de beneficiarios de la tarifa social que incluye a jubilados o pensionados, trabajadores en relación de dependencia o monotributistas que cobren menos de tres salarios mínimos, empleados de servicio doméstico, titulares de programas sociales, desempleados, veteranos de guerra, personas que acrediten algún tipo de discapacidad, clubes de barrio, cooperativas de trabajo, mutuales, centros culturales, cines y teatro de barrio.
Para mitigar el impacto fiscal de la medida tan criticado por el Gobierno, los legisladores opositores negociaron cambios al proyecto original: excluyeron al transporte y los peajes de la regulación, y sólo quedó en pie el límite a los aumentos en las facturas de luz, agua y gas (incluida la garrafa).
También quitaron las restricciones a las subas sobre las facturas de consumos más altos, y ya se había dado marcha atrás con la reducción del IVA en las tarifas de servicios públicos.
El debate, que se extendió hasta las 23:30, estuvo lleno de chicanas, "recuerdos" del oficialismo a los opositores y de éstos al hoy oficialismo, sobre proyectos y decisiones de política tarifaria que fueron en una dirección u otra, según el Poder Ejecutivo o la oposición. El nuevo pacto con el FMI también estuvo en las discusiones.
Sergio Ziliotto, diputado del bloque Justicialista, advirtió: "No somos ni desestabilizadores, ni golpistas, ni demagogos. Somos los mismos que fuimos partícipes de la mayoría de los consensos en esta Cámara", resaltó.
Un gesto de este sector del peronismo "dialoguista" hacia el Gobierno fue votar los proyectos de Mercado de Capitales y de Defensa de la Competencia que se trataron en la sesión especial que se celebró en la previa a la de tarifas.
En cambio, Axel Kicillof (Frente para la Victoria) cuestionó que sectores de la oposición le hayan votado al oficialismo reformas que contribuyeron a la actual situación de inestabilidad económica, y sobre la cuestión tarifaria dijo: "Hay una sola verdad y es que la energía se puede tomar como un 'commoditie', como un bien, un producto, una mercancía, en manos de privados para hacer guita, o la energía se puede tomar como un instrumento de desarrollo y soberanía".
El radical Luis Pastori tildó de "disparate total pretender congelar o retrotraer las tarifas", y aseguró que "apunta a la intención de perjudicar al Gobierno Nacional, cuando en realidad perjudican a más de 43 millones de argentinos".
Leopoldo Moreau (FpV) le pidió al gobierno del presidente Mauricio Macri que admita que "fracasó, que llegaron con la mentira y el odio. Se les está acabando la mentira, y sólo les queda el odio".