Además, sus abogados refirieron que no buscó embestirlos y que está shockeado. Buscarán que le bajen la calificación.
Ayer no fue un día de celebraciones para Héctor Fernández, el hombre detenido por haber causado la muerte de los cuatro integrantes de una familia en un choque, en Cruz de Piedra. Cumplió los 60 años, pero inició la nueva década en condiciones adversas: detenido y con una dura acusación sobre sus espaldas, la de ser autor de los cuatro homicidios. Pero, según sus defensores, no recuerda qué pasó el domingo a las 21:45, cuando su Ford F100 blanca se fue contra el Peugeot 207 en el que iban las víctimas. “Fue un infortunio, un accidente. Como la palabra lo indica, no fue algo buscado, perseguido. Se dio así, lamentablemente con víctimas fatales, pero no deja de ser un accidente. Y él se siente mal, está shockeado”, aseguró su abogada, María Belén Levingston pasado el mediodía, al finalizar la indagatoria, en la que el acusado se abstuvo de declarar.
Al finalizar la audiencia, el propio juez que investiga a Fernández, Sebastián Cadelago Filippi, le informó a la prensa que la defensa pidió una prórroga de la detención de ocho días y el expediente en préstamo por 24 horas, para estudiarlo y seguramente solicitar en breve algunas pruebas.
Levingston y el codefensor, su padre Guillermo Levingston, adelantaron que pedirán, en principio, testimoniales, y que les interesa conocer el informe de la pericia mecánica. No creen conveniente hacer declarar a Fernández ahora, al menos en esta etapa del proceso. “Quizás lo hagamos más adelante, ya no”, refirió Levingston padre.
“Nuestro objetivo es lograr un cambio en la calificación. No estamos de acuerdo con la imputación que hizo el juez”, por homicidio simple, continuó el letrado. “Por lo que vemos en el expediente, no surge que se trate de homicidio simple. Vamos a trabajar sobre esa posibilidad de cambiar la calificación a homicidio culposo”, acotó la defensora.
Detenido, ahora en una comisaría
El juez refirió que el imputado, que fue dado de alta el miércoles del Hospital San Luis, permanecerá alojado en la Comisaría 34ª. “He dado indicaciones precisas para que estén atentos a su estado de salud –aclaró el magistrado, quien el día anterior había referido que es un paciente oncológico–. Pero, por lo informado por los médicos, está en condiciones de estar allí”. La defensa, por su parte, dijo que, llegado el momento, de acuerdo con lo que resuelva el juez cuando finalice la prórroga, verá si hace algún planteo referido al alojamiento.
Según una versión, Fernández conocía de antes al conductor del 207, Hugo Torres, y a su familia (su esposa, Andrea Gutiérrez; el hijo de ambos, Alejandro Torres Gutiérrez, de tres años; y la madre de Andrea, Lidia Frías). E inclusive, habrían tenido algún inconveniente en el pasado. Consultado sobre esto, el juez aclaró que “en el expediente no hay nada de eso”. “Si en definitiva alguien sabe algo, está invitado a venir a declarar en el juzgado”, agregó. Los abogados afirmaron que las partes no se conocían de antes.
Cadelago Filippi negó también tener conocimiento de la supuesta intervención del imputado en otro hecho de tránsito, que habría ocurrido en 2013. “De todos modos, solicitaremos los antecedentes al resto de los juzgados, y veremos si hay algo judicializado”, dijo.
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