20°SAN LUIS - Martes 23 de Abril de 2024

20°SAN LUIS - Martes 23 de Abril de 2024

EN VIVO

La producción bovina, con ojos australianos

Un grupo de 18 veterinarios de aquel país visitaron Córdoba y San Luis para conocer cómo es la cría y el engorde en el semiárido, en un clima muy parecido al que tienen en Oceanía.

Por Marcelo Dettoni
| 24 de junio de 2018
Bien de cerca. Los visitantes no dudaron en cruzar los alambrados para ver el ganado.

De Australia a San Luis hay un largo trecho en kilómetros y estilos de vida que con los años se fue acortando. El intercambio oficial comenzó en 1996, con un primer viaje de funcionarios y empresarios puntanos a la tierra de los canguros, una excursión fructífera que se repitió en 2013, cuando nuevamente Australia abrió sus puertas y con generosidad exhibió sus progresos en materia productiva, tanto para el campo como para otras áreas industriales. Ahora se dio al revés: dieciocho veterinarios de aquel país llegaron a la provincia, en una gira que también incluyó a Córdoba, para interiorizarse sobre los trabajos ganaderos que se realizan aquí.
La sede elegida por Emilio Huguenine, el anfitrión local, fue el establecimiento Don Roberto, ubicado sobre la Autopista de las Serranías Puntanas, al este de Fraga. Allí el veterinario puntano se siente local, porque es uno de sus clientes a la hora de inseminar el rodeo a tiempo fijo (IATF), una técnica que creció en los últimos años de manera exponencial. Y fue justamente ése uno de los puntos de interés de la visita de los australianos, profesionales de distintas edades, pero todos experimentados en materia de inseminación e incluso en la transferencia de embriones.
En una mañana en la que el sol apenas le presentaba batalla al frío otoñal, la delegación visitante llegó en una combi desde Córdoba, donde también habían recorrido algunas unidades productivas ganaderas durante cuatro días. Primero se habían establecido en Jesús María y luego en la capital de la provincia vecina. Observaron encierres a corral y tambos, y también una cabaña que se dedica a la cría de las razas Brangus y Braford. Tras su paso por San Luis, volvían a Córdoba a armar sus equipajes, disfrutar de una cena de despedida y embarcar hacia Chile, la última etapa de la gira, aunque mucho más relajada, ya que se iban a dedicar a recorrer viñedos y zonas turísticas.
Desde su arribo a Don Roberto, todos mostraron una gran predisposición para interiorizarse sobre los trabajos y mucha simpatía, aún con las barreras que impuso el idioma. Claro, contaron durante todo el viaje con la guía de un traductor de lujo, Gabriel Bo, el director del laboratorio Irac-Biogen, un centro especializado en biotecnologías reproductivas con sede en el paraje Pozo del Tigre, en Córdoba. Bo es un veterinario reconocido por sus conocimientos en materia de inseminación y transferencia de embriones, un profesional requerido en todo el mundo para brindar charlas y participar de seminarios. En la Argentina trabaja junto con Huguenine y otros dos veterinarios en la confección de protocolos de inseminación y el estudio de nuevas técnicas reproductivas.

 


Charla teórica. Huguenine ofreció un panorama completo de la producción del campo.

 


“La carrera veterinaria es muy reconocida en Australia, no cualquiera puede estudiar y recibirse, entonces los profesionales son requeridos y cobran muy bien. Este grupo tiene gran experiencia, pertenecen a laboratorios de primera línea y trabajan por su cuenta con grandes empresas ganaderas”, contó Bo en la presentación de los visitantes, en una traducción simultánea que iba a repetir durante toda la jornada.
Los australianos provenían de la región sur, de las provincias de Victoria y Nueva Gales del Sur, más un par de la isla de Tasmania, donde hay campos más chicos que en el norte de la isla pero tienen la característica de poseer un clima semiárido, muy parecido al de San Luis, aunque el régimen de lluvias es diferente, ya que no tienen agua en verano. “En el norte hace mucho más calor, el clima podríamos compararlo con el de Santiago del Estero”, agregó el veterinario, quien aseguró que se especializan en la cría de Hereford y Aberdeen Angus, otra coincidencia con la provincia. En cambio en el norte, al igual que ocurre en provincias como Salta y Formosa, se dedican más a las razas índicas, que aguantan mejor el calor.
La llegada a la Argentina fue a través del laboratorio Bayer, aunque debían cumplir un requisito no menor para subirse al avión y disfrutar de las charlas y las recorridas por los campos del centro del país: previamente debían haber invertido al menos 50 mil dólares en productos sanitarios y hormonas de la firma alemana. Al conocer la cifra, los argentinos presentes en el campo de Fraga se miraron y era fácil adivinar qué pensaban…
Apenas bajaron de la combi, para no perder tiempo, Huguenine los condujo a la manga, donde había estado inseminando desde muy temprano, pero también había reservado unas quince cabezas para completar el trabajo delante de ellos. Un par llegó a ponerse los guantes de látex con la clara intención de participar del proceso, pero debieron contentarse con ver desde el balcón de madera cómo trabajaba el veterinario local. Preguntaron sobre las pajuelas, la temperatura y el protocolo de inseminación con mucho interés y sacando fotos con sus celulares.
La inseminación fue a vaquillonas de 15 meses, con parición programada para otoño de 2019. El excelente estado corporal del lote los llevó a dudar sobre la edad y a bromear entre ellos y con Bo. Y realmente parecían más grandes, un símbolo de la calidad con la que trabajan en el establecimiento. Si bien conocen sobre inseminación, es una técnica no tan expandida en Australia.
“En la Argentina el 15% de la población de vacas recibe IATF, en cambio allá apenas el 6%, no cuentan con la actualización nuestra”, explicó el director de Irac-Biogen, quien viaja periódicamente desde 2006 a Oceanía, por lo que está empapado de aquella realidad. “Hay poca gente en los campos, pero van mejorando. También faltan veterinarios, es una carrera exigente, los que logran recibirse consiguen buenos empleos, pero el problema es que ganan mucho más dinero vendiendo productos que llenándose de bosta en los corrales”, agregó con un guiño.  
La segunda etapa de la visita consistió en una charla que dio Huguenine para mostrarles los números que maneja el campo. Su dueño, el empresario mendocino Eloy Guerrero, había preparado un desayuno con tortas fritas que fueron la delicia de los australianos, quienes previamente pasaron por donde ya estaban las brasas encendidas y un costillar dorándose bien despacito, junto con vacío y matambre. Inmediatamente sacaron sus celulares y, con asombro, tomaron imágenes del asado y de quienes estaban a cargo de hacerlo. En su país la producción de carne es importante, pero muchas toneladas se van con destino a Japón (animales pesados, de más de 800 kilos) y otros países asiáticos como Corea e Indonesia, no tienen ni por asomo el consumo interno de los argentinos, que orilla los 60 kilos sólo de carne vacuna. “Con suerte cada australiano come 30 kilos por año, muchos ni eso”, dice Bo. Un rato después, durante el almuerzo, varios de ellos elevaron sus estadísticas personales con ganas…
La charla comenzó con una presentación de Eloy Guerrero, quien se refirió a la historia familiar y el desarrollo de sus campos. Aquí en San Luis tiene el establecimiento Don Roberto, donde concentra el engorde a corral, y el campo La Selva, más cerca de Villa Mercedes, donde la comitiva iría a la tarde a ver lotes de vaquillonas impactantes. Con la traducción de su colega Bo, Huguenine recordó las relaciones estrechas entre Australia y San Luis, los dos viajes que hicieron los puntanos y las consecuencias de esos intercambios: el desarrollo de los bitrenes, los ensayos con pasturas y el relevamiento de las reservas de agua que encaró una empresa oceánica a pedido del gobierno provincial. Ubicó a San Luis en un mapa de la Argentina y se explayó sobre el régimen de lluvias, que claramente decrece hacia el oeste.

 


Sequía. La falta de lluvias durante el verano obligó a encerrar terneros antes de tiempo.

Después dedicó un párrafo a la selección fenotípica en tres etapas que llevan a cabo en el campo, una a los 8 meses, otra a los 16 en la que separan lo que irá a reposición de lo que destinan a los remates, y una tercera a los 18, con el tacto preservicio, tras el cual eligen a las que pesan más de 300 kilos. “¿Qué porcentaje queda para reposición?”, fue la primera pregunta de uno de los visitantes, y no sería la última, ya que fueron varios los que mostraron gran interés y concentración durante la charla.
El veterinario destacó que en las vaquillonas hacen un servicio a los 18 meses, luego del diagnóstico de preñez (con un proceso que lleva de la IATF a la ecografía y luego a una resincronización para las que no quedaron preñadas), la parición entre febrero y abril y un destete que va de los 5 a los 6 meses. Y aseguró que el porcentaje de preñez alcanza el 85%, a lo que uno australiano preguntó porqué están tanto con toros con semejantes números. “Porque tenemos tiempo, todo el otoño”, fue la respuesta de Huguenine.
Tras explicar que con las vacas cumplen con el mismo ciclo, con sus tiempos particulares ya que el servicio es entre noviembre y enero, mostró trabajos ganaderos más hacia el oeste, donde las precipitaciones escasean. Entonces se refirió a las cargas (10 a 18 hectáreas por vaca), el destete y la condición corporal, insistiendo varias veces con que debe ser “igual o mayor a tres en una escala de 1 a 5”. 
“¿Qué hacen con los terneros de esas vaquillonas?”, inquirió uno de los veterinarios oceánicos, que recibió la respuesta que van a engorde. Luego repasó las vacunas que aplica y remarcó que “hay mucha sanidad, justamente porque llueve poco”. Sobre los resultados, dijo que la preñez por IATF les arroja entre 48 y 65% en las vacas y entre 63 y 70% en las vaquillonas. “Con IATF más el repaso con toros alcanzamos un 96% de preñez en las vacas, según el promedio de los últimos siete años; mientras que en vaquillonas llegamos al 97%”, dijo Huguenine con satisfacción.
“Es clave la condición corporal, nunca debe estar debajo de tres”, remarcó el veterinario, al tiempo que uno de los australianos, asombrado con los números que estaba dando, exclamó: “¡Y eso que usan Hereford!”, dando a entender que no es la raza favorita en su país. El disertante aceptó que “Hereford no hace cualquier, hay que ver el tema de las anteojeras y los problemas en los ojos, entre otras cuestiones delicadas”.
Huguenine es el dueño de la empresa Servicio y Asesoramiento Veterinario (SAV), con la que realiza diversos estudios referidos a inseminación y porcentajes de preñez. Por eso tras mostrar cómo lleva adelante el protocolo J-Synch para inseminar (desarrollado justamente por el equipo de Bo), exhibió los números recolectados sobre 6.194 vacas preñadas según la condición corporal. Lo hizo para confirmar que el tres es el número clave: “Cuando la condición es mejor a 2,5 el porcentaje de preñez fue de 51,18%, y con condición 4 llegó al 51,91%. En el medio, las de 3,5 tuvieron un 58,85%”.
Otro tópico importante fue la descripción del feedlot. Hablaron de raciones (silo de sorgo o maíz, gluten feed y maíz se llevan el 97% de la dieta), del plan sanitario y de la venta de carne tras la recría y terminación. Y en cuanto a la selección de toros de cabaña, describió la selección por fenotipo (también son tres, a los 8, 18 y 24 meses) y la alimentación, que comprende pasturas desde el destete hasta los 20 meses y luego una dieta a corral entre los 20 y los 24, en la que destacó que no brindan más del 1% del peso vivo de maíz.

 

Engorde a la fuerza
La visita al feedlot fue otro momento que atrapó la atención de los australianos. Lo primero que quisieron saber es qué era el gluten feed, por lo que Eloy les explicó que es un componente de la dieta que él intercambia por maíz con Glucovil: “Yo entrego un kilo y me dan 2,4 de gluten feed”, contó. Bo amplió con la explicación técnica en su perfecto inglés: “Es un coproducto de la molienda húmeda del maíz, compuesto por la cáscara o fibra del cereal, enriquecida proteicamente con agua de maceración concentrada”.
El panorama del feedlot, al menos a la vista, no era el ideal. La seca hizo estragos en esta zona durante el verano, por lo que dominaba el color marrón. “Estos animales deberían estar en un verdeo, pero faltó agua”, aclaró Huguenine, mientras mostraba corrales con vaquillonas de reposición de 15 meses de edad a las que su dueño ya tiene ganas de inseminar sin esperar tres meses más debido a su porte. Claro, se veían gordas debido a que están con una dieta proteica ante la falta de pasturas. “¿Son de 15 meses? Parecen de 24”, dijo uno de los australianos. De concretarse el deseo de Eloy, sería la primera vez que ven a inseminar vaquillonas de 15 meses ante la falta de pasturas y el ingreso al feedlot, al que el empresario mendocino definió como “un pulmón”.
El verdeo que falta debería ser algún llorón, ya que la alfalfa requeriría de riego intensivo en esta región, porque la napa está a 25 metros de profundidad, demasiado lejos aún para raíces fuertes y penetrantes. “¿Cuál es la tasa de mortalidad que manejan?”, fue la pregunta de otro de los veterinarios oceánicos, que recibió como respuesta que está debajo del 1%. “Es ganado propio”, justificó Eloy ese buen guarismo.
También les contó que en sus campos del oeste (en Chosmes) destetan más temprano, entre los 60 y los 90 días, “para que la vaca conserve su estado corporal y nos dé un ternero por año. Allí priorizamos la preñez”. Aquí encontramos una diferencia que marca la presencia de más lluvias, porque en Australia destetan más tarde, entre los 7 y 8 meses, aunque “los buenos lo hacen a los 6, con 190 ó 200 kilos”, dice Bo.
La ganancia diaria en el feedlot está entre los 700 gramos para la recría y 1,2 kilo en la terminación. En vista de que había barro, uno de los australianos consultó sobre el descarte en toritos por problemas de patas, que es del 6% según el encargado de los corrales. “¿En verano tienen la misma cantidad de cabezas encerradas?”, fue otra de las consultas. “Sí, porque vendemos de noviembre a enero para luego reponer”, respondió Guerrero, quien también debió evacuar dudas sobre precios de los campos y el desarrollo del pasto llorón, siempre con Bo como intérprete.

 

En Villa Mercedes, otra realidad
Tras el almuerzo todos hicimos un viaje al campo La Selva, ubicado en la cuenca baja de El Morro, al noroeste de Villa Mercedes. Allí las vacas preñadas con parición programada para setiembre y octubre estaban comiendo rastrojos de maíz. Enfrente, un campo luce sembrado con centeno que se utilizará como semilla. Acostumbrados a las estructuras metálicas, les llama la atención que los corrales sean de madera de quebracho o curupay. Los tocan, se suben, les sacan fotos y siguen divirtiéndose como si fuera un viaje de egresados.
Más allá hay otro lote de vacas de 18 meses con cría al pie de primera parición. El 80% quedó preñado con IATF. Se van a destetar en agosto y setiembre, por lo que ahora hay un coro de mugidos ante la presencia de extraños. Los australianos no paran de bromear, uno se dedica a llenar de picado de maíz las capuchas de las camperas del resto. “Como en el sur de Australia llueve en invierno, inseminan antes de enero porque el verano es muy seco”, aporta Bo.
El último potrero contiene vaquillonas recién inseminadas, que están a la espera de una ecografía y mientras pastan sobre una alfalfa de dos años. Antes pasamos cerca de un algarrobo que debajo contiene matas de palque. No lo conocen y se asombran de los efectos mortales que tiene en el ganado que lo consume. Ellos son expertos en las megatérmicas, ésas que San Luis viene desarrollando con éxito en los últimos años, sobre todo en el sur. La visita se extingue, es hora de volver a la combi y poner rumbo a Córdoba. No dejan de sonreír y agradecer las atenciones. Fue un paso más en el intercambio entre Australia y San Luis, siempre enriquecedor. La promesa queda hecha: no será el último, ni por asomo.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo