Aseguran que retrasar la maternidad atenta contra la fertilidad

Después de intentarlo durante años, muchas parejas piensan que es imposible tener un bebé, sobre todo si han probado con varios tratamientos de fertilización asistida y no alcanzan el esperado embarazo. Pero los especialistas aseguran que una de las falla más comunes es la información y otra, la falta de un tratamiento adecuado en cada caso.

La calidad de los espermatozoides y la edad de la mujer, cuando decide ser mamá, son dos variables muy importantes para tener en cuenta, según Claudia Aguilera, licenciada en bioquímica y especialista en citología de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) que aborda la fertilidad en un proyecto de investigación.

La investigadora asistió a una jornada de fertilidad que se realizó el viernes en el Auditorio Mauricio López, donde participaron integrantes del Centro de Reproducción CREO, uno de los más grande de Cuyo. También estuvo el director del centro Luciano Sabatini.

Aguilera manifestó que uno de los temas que trataron en la charla estuvo relacionado con la edad reproductiva. “En el último tiempo se está retrasando cada vez más la búsqueda para quedar embarazada. Nosotros como profesionales somos los responsables de comunicarle a la población que la edad biológica tiene un límite”, precisó y señaló que muchas veces se deja pasar el tiempo por ignorancia.

“Si bien a los treinta una mujer se siente joven los óvulos van disminuyendo su capacidad de fertilidad en un sesenta por ciento, a los treinta y cinco en un setenta por ciento y así sucesivamente”, manifestó.

“Una mujer de cuarenta años que ya tiene su vida laboral organizada y planea formar una familia tienen que saber que sus ovarios y óvulos ya tienen cuarenta años, ahí es donde empiezan los problemas. Por eso es importante tomar conciencia y no tener que llegar a técnicas de reproducción cada vez más complejas”, expresó la bioquímica.

La especialista en citología comentó que la edad ideal para poder quedar embarazada es entre los veinticinco años y treinta y cinco años. “Es en donde los óvulos están en óptimas condiciones”, resaltó y precisó que uno de los ejemplos que dieron en la charla fue justamente en cómo se ha ido corriendo con el tiempo la edad reproductiva.

“Nos mostraron una buena referencia con una foto familiar en donde una abuela tuvo su hijo a los veinte años, la hija de esa mujer a los veinticuatro años, la mujer de la tercera generación a los veinte nueve años y la última que tiene treinta y cinco años todavía no decide tener hijos”, señaló y agregó que hoy por hoy algunas recién a los treinta y ocho años es cuando comienzan a pensarlo.

Aguilera remarcó que en San Luis todavía hay mucho desconocimiento sobre la fertilidad. “Muchas veces se toma tarde la iniciativa de ser padres y los tratamientos de fertilización son muy costosos. También sucede que no dar con el profesional correcto es contraproducente porque eso hace perder más tiempo y por ahí años”, acentuó.

“El problema de la fertilidad no solo tiene que ver con la mujer sino que también está vinculada a la del hombre. En nuestro proyecto de investigación hemos visto que la calidad seminal ha ido disminuyendo”, señaló y también agregó que hicieron un estudio comparativo en los últimos cincuenta años. “Este problema está sumamente relacionado con las formas de vida, estrés, exceso de trabajo y por la exigencias de querer tener todo ya. También influyen los factores ambientales contaminantes”, resaltó y precisó que esto perjudica la salud reproductiva.

La licenciada en bioquímica precisó que para saber la calidad de los espermatozoides se estudian la morfología y su capacidad de desplazamiento.

“Años atrás un treinta por ciento de los espermatozoides eran normales, hoy solo hablamos de un catorce por ciento y casi llegando a un cuatro por ciento. Esto quiere decir que la calidad seminal está descendiendo”, detalló y contó que si bien el hombre tiene la capacidad de poder fabricar sus propios espermatozoides hasta los setenta años de todas formas va bajando sus niveles hormonales. “A diferencia de la mujer siempre conserva la capacidad de producir, sin embargo la mujer cuando comienza la etapa de la menopausia deja de ovular”, resaltó.