23°SAN LUIS - Viernes 29 de Marzo de 2024

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Gracias a China y Rusia, las exportaciones crecieron 59%

Las exportaciones de carne vacuna alcanzaron entre enero y mayo, según el registro oficial, las 181 mil toneladas res con hueso, lo que significa un incremento de 59% respecto del volumen exportado en los primeros cinco meses del año pasado. El salto es más que significativo y tiene que ver con dos grandes cuestiones: la devaluación y la demanda de China y Rusia.
Para el sector hubo una clara mejora de la competitividad cambiaria. Basta recordar el incremento en el valor del dólar, que prácticamente se duplicó en el último año, y a eso se suman los reintegros fiscales a los embarques de carne. Esa mejora cambiaria modificó los valores en dólares de los novillos, que pasaron de ser por mucho los más caros de la región a ser de los más baratos. Durante años, mientras duró el retraso cambiario, la industria argentina tuvo que pagar los precios más altos de la región. Esa condición, sumada a la aplicación de retenciones y cupos a las ventas al extranjero, impedían o limitaban el acceso a los mercados internacionales. Pero la ecuación cambió, el valor del novillo medido en dólares bajó a U$S 1,40, 15 centavos por encima de lo que paga la industria de Brasil, pero 15/20 centavos menos que lo que cotiza esa hacienda en Paraguay y Uruguay. También se redujo el costo industrial de las vacas, la categoría que alimenta a la demanda china y rusa. Su valor a fines de junio es de menos de U$S 1, cuando supo cotizar 50% más.
El segundo factor tiene que ver con la creciente demanda de China y de Rusia. El primero es el gran protagonista del comercio global y el segundo está demostrando una renovada participación de la mano del fortalecimiento del petróleo, que mejora la situación económica de ese país.
Crecen las exportaciones argentinas y el comercio global, que alcanzaría según las previsiones del departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) las 10 millones de toneladas. El 20% de ese total iría a China en forma directa o pasando primero por Hong Kong. Sumamos la participación de ambos porque Hong Kong es más que nada una puerta de acceso a China, que además recibe carne que compran otros países del sudeste asiático como Vietnam. El salto del gigante asiático en el comercio internacional fue tan importante como las tasas de crecimiento de su economía. En sólo cinco años China duplicó las compras: en 2014 sumó poco más de 1 millón de toneladas contra las 2 millones que importaría este año. En tanto, Rusia es otro de los grandes compradores del mundo, que llevaría un volumen mucho menor pero igual de significativo que alcanza las 400 mil toneladas.
El peso de esos dos compradores en el negocio global también se expresa en las ventas de nuestro país. Según el seguimiento que hace el IPCVA, entre enero y mayo de este año los embarques totales sumaron 121 mil toneladas peso producto, con un crecimiento de 45.600 toneladas, lo que indica un salto de casi el 60%. 
Del crecimiento total logrado en el arranque del año, el 90% lo explican China y Rusia. El primero incrementó sus compras 100%. Si en el período enero-mayo del año pasado había comprado 30.000 toneladas, en el mismo período de este año compró 60.000. En el caso de Rusia, el crecimiento fue de 11.000 toneladas.
El resto de los mercados tuvieron una performance mucho más moderada, con saltos marginales que no superaron el 10% promedio y partiendo de volúmenes bajos.
Llama la atención la caída en los embarques de cortes de mayor valor con destino a la Unión Europea y particularmente los de la Cuota Hilton, cuyos precios promedian los U$S 11.500 contra los más de U$S 15.000 por tonelada que lograron pocos años atrás.
La pregunta que se hacen los analistas y operadores del mercado ganadero es si en la segunda parte del año se podrá sostener el ritmo exportador del arranque. Las dudas tienen que ver más que nada con la disponibilidad de hacienda para atender a esos clientes. Por un lado hay que tener en cuenta que la oferta de vacas se reduciría, superada la etapa de tactos y con la sequía transformada en un mal recuerdo. Más forraje ayudará a que los criadores retengan y recompongan sus rodeos de cría. Esa mayor oferta de pasto también acotaría la ya reducida oferta de novillos. En consecuencia, se espera que ambas categorías se afirmen, la duda es cuándo se lograría esa recomposición de los precios.
Los frigoríficos exportadores explican que la demora en la actualización del valor de la hacienda, que tuvo una caída muy marcada en dólares, en definitiva es porque cayó el valor de su materia prima. Se demora también por la necesidad de la industria de hacer las inversiones en las plantas que no se pudieron concretar en los últimos años debido a la baja o nula rentabilidad que tuvo el negocio por las condiciones sectoriales y económicas que impuso la gestión de gobierno anterior, que se caracterizó por el retraso cambiario y la intervención en el negocio; y en especial en las exportaciones de carne vacuna. 
Si en el segundo semestre la Argentina lograse sostener el ritmo exportador de enero-mayo podría alanzar embarques por 430.740 mil toneladas y así superaría las previsiones hechas en el arranque del año por la mayoría de los analistas. Además colocaría a la Argentina nuevamente en el segundo pelotón de los grandes exportadores del mundo, junto con países como Uruguay pero muy por detrás de Brasil, que este año vendería al mundo según la proyección del USDA, dos millones de toneladas. Es seguido de cerca por India, que alcanzaría a 1,9 millones de toneladas, en tercer lugar aparece Australia con 1,6 millones y en el cuarto puesto los Estados Unidos con 1,4 millones de toneladas. Esos cuatro países aportan siete de las 10 millones de toneladas que se comercializarían este año.

 

El sector avícola espera que le llegue el segundo semestre
Los datos de la producción avícola de la primera parte del año no son para nada alentadores. La faena, según los datos oficiales el Ministerio de Agroindustria, en los primeros 5 meses del año cayó 4% y la producción se redujo 5,2%. En consecuencia, el consumo promedio ponderado se redujo en tres kilos pese a que también cayeron las exportaciones un 15%. 
Entre enero y mayo el consumo promedio fue de 42 kilos de pollo. Esa menor oferta colaboró a que los precios de esta carne mejoraran 21% interanual, también ayudó a que los precios de la carne vacuna y porcina no tuvieran un retraso mayor al observado hasta el momento. 
La oferta de carne vacuna promedia en el arranque del año 59 kilos, otros 15 aporta la carne de cerdo. Entre las tres el promedio de abastecimiento al mercado local suma 116 kilos. Sigue siendo alta, pero inferior a los momentos pico, en los cuales fue de 120 kilos. 
En cuanto a la situación del sector avícola, los empresarios explicaron días atrás que esperan que la nueva situación cambiaria les permita competir de mejor manera en el mercado mundial para recuperar la caída de la primera parte del año, y al mismo tiempo desagotar al mercado local.
Con un consumo interno castigado por la crisis económica y con costos de la actividad local en alza por el encarecimiento de la energía y de los alimentos, las avícolas buscan recuperar la participación perdida en los mercados internacionales gracias a la mejora cambiaria que se dio en los últimos dos meses. 

 

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