22°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

22°SAN LUIS - Sabado 20 de Abril de 2024

EN VIVO

Argentina, el mundo y el futuro de la agroindustria

En los últimos años, el mercado mundial de productos ligados al sector agrícola registró un crecimiento importante impulsado, en especial, por la demanda China. El traslado de millones de personas del campo a la ciudad, su mayor capacidad de compra y el acceso a productos de mayor nivel fueron un terreno fértil para el incremento de las manufacturas ligadas a este sector. 

 

Pero el ritmo vertiginoso con el que creció el mercado internacional de productos agrícolas en las últimas décadas comienza lentamente a frenarse. Es decir, el mercado mundial todavía se expande, y lo va a seguir haciendo, pero a un ritmo menor. En este contexto, el Instituto de Estrategia Internacional de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) y la Fundación INAI realizaron un interesante informe en el cual dan cuenta de esta situación y además analizan la importancia del sector agroindustrial argentino para nuestro país y el mundo.

 

Ese informe es el que analizaremos en las próximas dos entregas de esta columna, mostrando además la relevancia del sector de la agroindustria para la economía argentina, no sólo en términos de comercio internacional, sino también su participación en el Producto Bruto Interno (PBI), en la creación de empleo y en la generación de divisas.

 

¿Hacia dónde va el comercio internacional de productos agrícolas?
En la última década se observó un crecimiento sin precedentes en la demanda global de productos agrícolas. La aspiradora china y la producción de biocombustibles fueron (aún lo son) las principales variables que le dieron forma a esta realidad.

 

Ahora, de cara a los próximos años, la tendencia parece entrar en un una curva descendente. Si bien estos factores seguirían influenciando la demanda mundial en los próximos años, “se espera que su relevancia disminuya, ya que el crecimiento de la demanda china se desacelera a medida que se reducen el aumento de ingresos y la propensión a destinar ese ingreso adicional en el consumo de alimentos”, asegura el informe.

 

En la hipótesis que la demanda china reduce su crecimiento, tal vez el devenir de la demanda agrícola pase a depender de los cambios demográficos y económicos de otras regiones o países en desarrollo. En efecto, esta especie de trono vacante que iría paulatinamente dejando China, podría ser tomado por la India. Según los datos, se espera que del total de la población mundial que se agregue durante el próximo decenio, el 56% corresponda a un aumento poblacional en África e India. Es más, las estimaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) aseguran que la India superaría a China como el país más poblado del mundo.

 

En definitiva, y pese a que la tendencia da cuenta de lo que sería una desaceleración en el crecimiento del comercio mundial, esta postura no sería del todo negativa para nuestro país y nuestra matriz productiva. Porque si bien esta reducción del comercio agroindustrial global sería una realidad inevitable, por otro lado también sería dable esperar una demanda creciente de alimentos, impulsada, como decíamos, por el incremento poblacional (en Asia y África) y la mejora del ingreso económico en los países en vías de desarrollo. 

La agroindustria argentina en el mundo 
Entender y adelantarse a lo que puede pasar en el mundo a nivel comercial se vuelve fundamental para nuestro país. Principalmente porque no podemos dejar de tener en cuenta la relevancia que tiene el sector agroindustrial para la economía argentina. Tampoco su posición en el comercio mundial y la importancia que tienen las exportaciones agroindustriales al momento de pensar en el ingreso de divisas.  

 

Dada la relevancia del sector agroindustrial para la economía argentina, el informe se enfoca en la posición del sector agroindustrial en el comercio mundial y la importancia que tienen estas exportaciones en el comercio internacional de la Argentina.

 

Según el informe de la Fundación INAI y la CERA, “la agroindustria generó el 9% de las ventas externas de bienes globales en 2016, sin cambios significativos en 20 años. Por su parte, las exportaciones mundiales puestas en valor han registrado un gran incremento durante el período 1996-2016, aunque dicho crecimiento se ha venido moderando en los últimos años y se espera que se desacelere considerablemente en la próxima década”.

 

Para entender estos números, hay que mirar el contexto. “En la década de 1996-2006 la tasa de crecimiento anual acumulada del total de las exportaciones fue del 9,9%, mientras la agroindustria creció a una tasa menor, del 6,6%. En la década 2006-2016, sin embargo, la agroindustria creció más que el resto de las exportaciones gracias a la recuperación de los precios de los commodities: las ventas totales crecieron al 2,5% anual, mientras que la agroindustria lo hizo al 4,3%.” Con este panorama base, y gracias a la expectativa de una creciente demanda de alimentos por parte de Asia y África, se estima que se sostendrá una tasa de crecimiento importante de las exportaciones agroindustriales, aunque a un ritmo menor que el de las últimas décadas. El número esperado por los especialistas podría girar en torno al 2% anual.

 

Y en este contexto es que hay que observar el rol que eventualmente puede desempeñar nuestro país. Porque la reconfiguración constante de la geopolítica y de los flujos de capitales influyen de manera determinante en la participación de cada uno de los países en el comercio mundial de productos agroindustriales. 

 

El significativo incremento en la participación de exportaciones e importaciones de países en desarrollo (principalmente el BRICS), en detrimento de países desarrollados como EE.UU., la Unión Europea (UE) y Japón, reconfiguraron el mapa del comercio mundial en la última década. Mientras en el año 1996 los países en desarrollo aportaban el 14% y los desarrollados el 86% de las ventas mundiales de productos agroindustriales, en 2016 la contribución pasó a ser de 38% y 62%, respectivamente. En este nuevo escenario global juega Argentina, y esto debe necesariamente ser tenido en cuenta para no quedarnos afuera. Otro ejemplo de cómo ha cambiado el flujo internacional de comercio es lo que sucedió con China e India. Ambos países incrementaron significativamente su participación en el comercio mundial.

 

Pero, ¿qué pasó con Argentina en este tiempo? Los números presentados por la Cámara de Exportadores y el INAI, marcan que nuestro país “ha perdido participación en el comercio internacional global en los últimos 20 años. No obstante, dicha contribución, tanto en importaciones como en exportaciones, resulta inferior al 1% de los flujos comerciales mundiales”. Es decir que en términos de comercio total, nuestro país no resulta un proveedor o comprador significativo. 

 

Pero este número varía cuando lo acotamos sólo a productos agroindustriales. En este caso, la participación de este tipo de bienes en las exportaciones argentinas de los últimos 20 años rondó entre un 40% y un 60%. Un número muy significativo en la comparación con el resto del mundo. Tendencia que además se incrementó desde el año 2000. Si pensamos en importaciones de bienes agroindustriales, también podemos observar la fortaleza de este sector en el plano interno ya que representan menos del 5% del total, en tanto que la media mundial ronda el 15%.

 

¿Cómo nos posicionamos a nivel mundial en este ranking de compradores y vendedores de productos agroindustriales? Según el análisis de la Fundación INAI y de la Cama de Exportadores, EE.UU. se destaca como principal demandante y oferente de productos agroindustriales; China incrementó sustancialmente su participación como comprador de este tipo de bienes, pero no como proveedor; Canadá conserva su lugar entre los primeros exportadores e importadores; y Brasil mejoró su posicionamiento como exportador, pasando del puesto 8º al 4º, con una contribución que subió del 4,2% al 5,6% sobre el total de las exportaciones agroindustriales. 

 

En este contexto, Argentina genera alrededor del 3% de las exportaciones agroindustriales globales, ubicándose en el puesto 11 del ranking mundial en 2016 y el 0,2% de las importaciones (puesto 72). Vale resaltar que aunque no forma parte del top 10 de exportadores mundiales, nuestro país se mantuvo durante las últimas dos décadas en el onceavo puesto de proveedores del agro.

 

En este punto podríamos preguntarnos qué pasa con los productos, cuáles se ofrecen y demandan a nivel internacional. La respuesta que nos trae el informe del INAI-CERA es que “en promedio en el ciclo 2014-2016, los principales productos exportados fueron: aceite crudo de petróleo, circuitos electrónicos integrados, automóviles, medicamentos, aparatos emisores, oro, máquinas automáticas para procesamiento de datos y gas natural licuado, representando el 21% de los flujos económicos". 

 

En el caso de la agroindustria, el top 10 de exportaciones provenientes del sector agroindustrial ha permanecido relativamente estable, representando aproximadamente 1/5 de las ventas mundiales. Es decir que se observa cierta diversificación de productos a nivel internacional. Se incluyen entre los principales productos los cereales y oleaginosas, biodiésel, vinos y carne bovina. Todos bienes que coinciden con los más importantes de la oferta exportable agroindustrial de la Argentina. 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Temas de nota:

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo