Ese maldito elemento que daña la salud

Creo que lo importante no es caer, sino salir a flote en las malas situaciones que plantea la vida. ¿A qué me refiero? Por ejemplo a las adicciones, las mismas en las que cayeron hasta los superhéroes. Y las han vencido.

Una de los más resonantes fue la caída en desgracia de “Arsenal”, el antiguo compañero de “Green Arrow”. El joven arquero tuvo conflictos con la heroína, sustancia en la que se refugió y salió. Pero luego volvió a caer cuando su hija murió en un ataque terrorista.

Las alucinaciones permitieron que adopte un gatito y lo considere su propia hija. Así vivió hasta que una patada de “Batman” lo trajo a la realidad, y el luchador del crimen fue enviado a un centro de rehabilitación para villanos. No probó más.

La responsabilidad de evitar un conflicto mundial pueden ser demasiado para un hombre con armadura y así, “Iron Man”, también consiguió sus problemas. “El demonio en la botella” es una de las sagas insignias del cómic norteamericano, en la que Tony Stark busca ayuda en el etílico amigo.

El personaje queda estresado por su doble tarea: la de paladín de la justicia y la de oficinista máximo en la empresa armamentística más importante del mundo.

En una historia anterior a esa, Tony empieza a beber para olvidar que mató a un diplomático, luego de que su armadura fallara. Justin Hammer, presidente de la empresa rival, fue el culpable de ese desperfecto. Sin embargo, en la mente del superhéroe persistía esa vida que ya no estaba.

El traje de “Venom” le permitió a Flash Thompson revivir sus peores memorias. No sólo obtuvo poderes, sino que el simbionte lo hizo recordar su época de acosador a Peter Parker, “Spider-Man”, a quien tenía de hijo. Cuando el traje lo llevó a pertenecer a la unidad especial del ejército norteamericano, comenzó a tener una lucha interna con su adicción al alcohol.

Su infancia no había sido fácil. El padre de Flash también era bebedor y golpeaba a su hijo, por eso transfería ese acoso en la escuela. Gracias a “Venom”, que estaba en contra del alcohol, Flash terminó por hacer las paces con su padre poco antes de que muera por culpa de la cirrosis.

Hasta el “Capitán América” fue preso de la dependencia con la sustancia. El héroe terminó envuelto en una historia de adicción a las metanfetaminas cuando un laboratorio clandestino explotó y las drogas se combinaron con el suero del Súper Soldado. Peleó con medio plantel de “Avengers”, fue abatido y lo trasladaron a la Torre del grupo para que se desintoxicara.

“No se trata de un triunfo definitivo, sino de una lucha sin fin”, diría el escritor griego, Nikos Kazantzakis. No hay que bajar los brazos.