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En la crisis argentina, también se puede ganar

El economista Carlos Seggiano fue el disertante principal y anticipó que "los tiempos recesivos aún no han pasado" y que los que exporten "tendrán mejores oportunidades".

Por Magdalena Strongoli
| 19 de agosto de 2018

En las relaciones comerciales es clave mantener un buen diálogo, encuentros fructíferos y la atención sobre las nuevas demandas. Tecnoplant, que tiene un local de venta de semillas y otros insumos para el agro, lo sabe y por ese motivo cada año organiza un charla para que sus clientes conozcan las nuevas tendencias para sus cultivos.

 

Este año organizó una cena en un conocido restaurante del centro puntano con un festejo especial: además celebraron 10 años de permanencia en San Luis. Por eso también sumaron un analista de primer nivel, el licenciado en economía Carlos Seggiano, quien anticipó que la segunda mitad de año será compleja, pero que los productores que exporten podrán sortear la crisis con mayor holgura, mientras que aquellos que comercialicen en el mercado interno no correrían con la misma suerte.

 

"Crisis es oportunidad", dijo el economista ya entrada la charla. Sus dichos estuvieron basados en la experiencia personal que John Davison Rockefeller manifestó cuando le consultaron cómo había construido su imperio. El multimillonario estadounidense dijo que su secreto era que cuando todos vendían él compraba y cuando todos compraban, él vendía. Ir contra el ciclo fue una de las recomendaciones que dio Seggiano para quienes quieran ingresar al mercado ganadero y tengan una espalda financiera como para poder soportar el tsunami financiero de los próximos meses. Según su pronóstico, la economía recién podría comenzar a resurgir en la segunda mitad del próximo año.

 

"El FMI instó al gobierno argentino a recuperar credibilidad internacional. Si no la recupera en un plazo de dos meses, hay riesgos de una nueva devaluación", relató y enseguida enumeró una lista de catástrofes sociales y económicas que se suscitarían si la Argentina no cumple con las metas.

 

 


Uno de los indicadores más fieles de la condiciones económicas son las tasas de interés de las Lebac. Si suben, no es buen síntoma.

 

 

"Ante un escenario así, en materia productiva los resultados podrían ser antagónicos. Los productores de granos, de peras, de manzanas y otros productos exportables estarían beneficiados por una supuesta devaluación. Sin embargo, los productores de cerdos, entre otros, tendrían mayores inconvenientes. Es decir, quienes vendan al exterior se encontrarán en mejores condiciones. Mi impresión es que es poco probable que lleguemos a ese momento", dijo y comentó que hay señales para anticiparse a una posible corrida cambiaría. "Hay un indicio técnico para mirar. La tasa de interés de las famosas Lebac son un buen termómetro. En las últimas semanas esas tasas se descomprimieron. Si el mes que viene continúa la baja, querrá decir que está todo bien.  Si a fines de setiembre comienzan a notar un suba en la tasa de interés, eso es el preanuncio de la corrida y cada uno sabrá qué decisión tomar", adelantó e insistió que duda que la Argentina llegué a esa instancia de nuevo. 

 

Hubo un apartado especial para los productores ganaderos. "En el último mes se ha podido ver un incremento en el precio del novillo. De todas maneras los feedloteros vienen perdiendo plata, sobre todo aquellos que no generan su propio maíz. Aunque quienes sí lo tenían, tampoco podían especular con el acopio, simplemente alimentaban a sus animales. En este contexto va a haber una depuración de productores. Muchos no podrán continuar en el negocio. Sin embargo, los feedlots están más llenos que en julio del año pasado. En dos meses esos animales saldrán al mercado interno, pero con un poder de absorción muy débil", dijo y aclaró que son datos tomados del analista ganadero Ignacio Iriarte. "En los últimos 7 años el precio en diciembre fue menor que en julio, dice el especialista. La pregunta es qué va a pasar ahora. Lo mismo. El precio será mayor que el que se podrá apreciar a fin de año", añadió, y explicó que ese fenómeno se dará por el aumentó en la variable de la oferta.

 

"Las exportaciones van en claro aumento, pero no darán abasto para absorber todo lo que sobrará en el mercado interno, simplemente porque el proceso logístico no está preparado", contó y agregó que las subas de las exportaciones que publican los medios o el anuncio de la venta de carne a Japón es "ruido", ya que si bien existen nuevos mercados, los volúmenes de venta importantes recién llegarán en el mediano plazo.

 

Luego citó el ejemplo del presidente del Banco Macro, Jorge Brito, quien tiene 90 mil cabezas encerradas en Salta y que a pesar de que el negocio va a pérdida, invirtió 17 millones de dólares como una manera de ir contra el mercado y resistir hasta que pase la tormenta. "El señor Brito lo que hace es interpretar el ciclo que como todo pasará y luego entrará en el mercado cuando todos salen y se sentará a esperar la suba del precio de los animales. En ese momento se puede empezar a pensar en aumentar la exportación con firmeza", dijo. También analizó que para hacer esa clase de movimientos son necesarias dos cosas: "Información y sangre de pato".

 

La recesión de los próximos dos meses continuará hasta mediados del próximo año, pronosticó el economista. "En 2019 efectivamente la Argentina va a dar un salto exportador, porque los frigoríficos se prepararán para eso con un tipo de cambio que les asegurará la rentabilidad. Esto representa una oportunidad, pero requerirá del manejo del tiempo de parte de los productores", detalló Seggiano, quien agregó que quien sepa jugar, resultará el ganador.

 

A continuación evaluó el proceso, según su análisis, de lo que se verá en soja. "Para la soja y la harina de soja, el mercado de Chicago muestra que en los primeros meses del año pasado los precios estaban equiparados. Sin embargo, el precio de la harina se despegó. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) anticipaba que nosotros, que somos el primer exportador de harina, íbamos a tener menos soja y que Brasil nos superaría como un mecanismo de compensación. Pero aquí está el principal complejo harinero y aceitero del mundo y fuimos nosotros quienes tuvimos el problema climático. Es decir, el mercado no es tonto. La soja podía reemplazarse con la de otros países, pero la harina que se procesa en Argentina, no", dijo al comenzar a hablar de cómo impactará la coyuntura en la oleaginosa .

 

La capacidad de molienda que tiene el país es de 60 millones de toneladas y en este momento se procesan alrededor de 35 millones, agregó como dato el especialista que llegó desde Río Cuarto.  Además anticipó que para este segundo semestre la soja va mostrar inestabilidad. "Hubo un productor que compró soja en Chicago con la intención de enviar un mensaje claro a sus colegas argentinos: que vendieran porque hay alternativas. Si cualquier operador ve que el precio local sube hasta un punto que supera el precio diferencial que muestra Chicago, está claro que van a traer soja de Estados Unidos, es más, ya llegaron algunos embarques menores. Ese será el punto de referencia donde tienen que mirar, es hasta ahí que se puede presionar sobre el precio", anticipó.

 

Luego reflexionó sobre una variante que no se ha conocido en 30 años y que vuelve al mercado de Chicago muy volátil "Se trata del presidente Donald Trump, quien entró en un proceso inesperado de enfrentamiento con China  y Europa que ha generado mucha incertidumbre en los mercados. China decidió poner un arancel del 25 por ciento a la soja norteamericana. Nosotros podríamos abrir ese nuevo mercado, pero no tenemos el grano y Brasil no puede reemplazar a Estados Unidos, al menos no en el corto plazo. Lo que sucederá es que va a haber un triangulación, entonces Estados Unidos le venderá a un intermediario, que a vez le venderá a China", anticipó y dijo que quienes medien podrán comenzar a cobrar y se generará un negocio paralelo.

 

El origen del problema es que China le gana a Estados Unidos en el saldo comercial. "Eso es lo que Trump quiere cambiar, pero el conflicto que se generó es muy grande y no se sabe dónde va a terminar. Mientras tanto, la lectura que tenemos nos favorece. Están vinculada a ese precio diferencial que el mercado internacional avala por el problema que hemos tenido", explicó y cerró la charla con sus conclusiones, que aseguran que el tipo de cambio beneficia a los agricultores y les da estabilidad por el nivel de endeudamiento con el FMI, un organismo que condiciona el accionar económico. Sin embargo, para los productores pecuarios, la realidad es otra. Ellos tendrán una mejor oportunidad en 2019. "El mercado interno viene de estar muy golpeado y seguirá así en los próximos meses", pronosticó. 

 

Materiales para mejorar el maíz

 

"Este año presentaremos un nuevo material en maíz, se trata del 7917", dijo Federico Balmaceda representante en la zona de la semillera Nidera, quien adelantó que "ya está a la venta para la campaña 2018/2019. Viene a reemplazar el ortodoxo caballito de batalla que la empresa tenía para la zona, el 7822".

 

Además, durante su presentación, Balmaceda mostró los resultados de los estudios hechos en ultimo año sobre la performance de otro híbridos con los que han trabajado en San Luis. "El 7761 y 7784 son dos buenos materiales para siembras tempranas, con mucho potencial y gran estabilidad, aunque el 7784 tiene mejor desarrollo en las tardías", resumió el representante, que estuvo con la empresa Tecnoplant desde el primer día en estos diez años.

 

Balmaceda reiteró que los procesos de investigación siguen de manera permanente y que la disponibilidad de materiales busca satisfacer a sus clientes. "Nos nutrimos de la experiencia de los productores y eso para nosotros es muy importante", explicó sobre los trabajos que desarrollan cada año.

 

La soja tuvo lo suyo. "Lo que presentamos es soja del ciclo cuatro y medio,  con muy buenos datos de la campaña que terminó" dijo y agregó que para cada presentación se tienen en cuenta los datos del ambiente en cada campo, información que obtienen de los técnicos que trabajan en el agente oficial de San Luis y que tienen un contacto permanente con los productores.

 

Como representante de Nidera, comentó que "a San Luis siempre la tenemos muy en cuenta por el desarrollo maicero que aquí es muy importante. Por eso los ensayos en los campos son una de las tareas vitales que llevamos adelante para achicar la brecha entre lo que el productor solicita y nuestras recomendaciones", contó.

 

Balmaceda agregó que en la zona siempre buscan aumentar los rendimientos con materiales que apuntan a la rusticidad, ya que el clima de San Luis no admite margen de error. "Hay muchos años erráticos en cuanto a precipitaciones".

 

 

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