La faena creció 7,5% en 2017 y en igual porcentaje aumentó la producción de carne, que llegó a los 2,84 millones de toneladas. Estos números dan cuenta de que no hubo un salto en el kilaje de los animales que terminaron en los frigoríficos. Siguen faltando novillos.
En busca del anhelado propósito de un ternero por vaca por año, estacionar los servicios es una de las claves. El estado nutricional de las hembras, la sanidad y la genética son otros factores fundamentales para garantizar la preñez.